Meditación en grupo

En el artículo anterior comentamos que la meditación se caracteriza normalmente por tener algunos de estos rasgos:

 

* Un estado de concentración sobre la realidad del momento presente.

 

* Un estado experimentado cuando la mente se disuelve y es libre de sus propios pensamientos.

 

* Una concentración en la cual la atención es liberada de su actividad común y es focalizada en un ser supremo.

 

* Una focalización de la mente en un único objeto de percepción, como por ejemplo la respiración o la recitación de palabras constante.

 

Y dimos una guía práctica para meditar, continuaremos con el tema de la meditación pero ahora haciéndola de manera colectiva, en grupo. Seguiremos tomando como referencia el libro de “Cromoterapia – La salud por los colores”, de Luis Rutiaga.

 

La meditación en grupo nos puede dar varias satisfacciones. La interacción de las vibraciones de cada uno de los elementos que constituyen el grupo, actúan de forma complementaria y tienen como resultado un enorme logro psíquico.

 

El grupo debe sentarse en círculo y realizar los ejercicios de respiración y luz durante el tiempo que se determine.

 

Cuando todos hayan completado el fortalecimiento de los chakras por el color, debe apagarse la luz e iluminarse entonces el círculo con una luz de color azul.

 

Durante la meditación la luz azul debe permanecer encendida.

 

Si practicamos la meditación grupal y actualmente no incluimos la magia del color en nuestra práctica habitual, hagamos una prueba sencilla: meditemos como lo hacemos normalmente, pero hagámoslo bajo una luz azul, podrán ver la diferencia de cómo nos lleva a un mayor nivel de concentración y compenetración entre los integrantes, van a tener una sensación como nunca la han tenido.

 

Una recomendación “la constancia hace el éxito”, busquemos participantes que sean comprometidos y estén dispuestos a cumplir los tiempos establecidos, seamos constantes en nuestra meditación, no la hagamos de vez en cuando.

 

No debemos confundir la oración con la meditación, cuando se reza estamos suplicando, “pedimos”, en la meditación “escuchamos” y tal vez oigamos la respuesta, la oración y la meditación se complementan la una a la otra.

 

Mucha gente que nunca ha meditado se pregunta: ¿Cómo se mantiene la mente en blanco durante tanto tiempo? La respuesta es: ¡No! no se puede.

 

Porque lo que hacemos no es tener la mente en blanco, eso sería imposible, lo que se hace es concentrar la mente en un concepto.

En la meditación podemos servirnos de un mantra, el cual es una palabra/sonido espiritual que sirve de punto focal a nuestra mente para permitir que se abran los chakras.

 

Pero ya sea que utilicemos un mantra, un símbolo o una visualización. Si buscamos las respuestas de algunas preguntas entonces concentrémonos en estas preguntas.

 

Las respuestas vendrán poco a poco. Tal vez no lleguen de inmediato, pero lo harán.

 

Con frecuencia, cuando logramos alcanzar esta etapa, nos vemos rodeados por una luz blanca. Esta dentro de nosotros y también esta cubriéndonos, esto no ocurre siempre pero, cuando sucede, sabemos que somos parte de su Luz.

 

Otra técnica que puede servir es que todos los integrantes se concentren en un mismo objetivo, esto hará que la energía generada por todos y cada uno se sienta en el ambiente y puedan ayudar a los menos expertos a lograr llegar a su nivel máximo.

 

Una vez que terminen la meditación, se pueden despejar un par de minutos y continuar con algún ejercicio en una sesión de máximo 10 minutos entre los participantes para comentar sus experiencias, es importante la honestidad no son competencias es lograr el objetivo, los que no hayan logrado concentrarse tienen que continuar trabajando de manera individual y relajarse cuando se realiza la meditación de manera colectiva.

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