¿Alergia a las mascotas? Todo lo que tienes que saber

Las mascotas se han convertido en una presencia habitual en muchos hogares. En los últimos años se han registrado las mayores cifras de animales de compañía desde que se registran los datos. En 2019 había en España 28 millones de mascotas registradas. Un 26% de los hogares españoles poseía un perro como mascota, mientras el 11% tenía un gato. Y en 2020, la Red Española de Identificación de Animales de Compañía cifró en 13 millones las mascotas registradas, de las cuales el 93% son perros y el 6% gatos.

Este fenómeno demuestra cómo han cambiado los usos y costumbres sociales. Se debe, en parte, al aumento de personas que viven solas y al descenso de la natalidad. Con la pandemia de covid, además, se disparó el número de personas que adoptaron o compraron una mascota.

Sin embargo, con el aumento de mascotas, crecen también los problemas y las consultas sobre la alergia a los animales. Así lo han detectado en el Servicio de Alergología del Hospital Universitari Sagrat Cor, donde esta es una de las preguntas más frecuentes.

¿Qué es la alergia a los animales?

La sensibilidad a las mascotas es una reacción alérgica a proteínas que se encuentran en las células de la piel, saliva u orina del animal. La alergia se produce cuando el sistema inmunitario reacciona ante una sustancia extraña. Al inhalar el alérgeno o entrar en contacto con él, el sistema inmunitario se manifiesta produciendo una respuesta inflamatoria en las fosas nasales o los pulmones.

Estas alergias se manifiestan con estornudos, congestión nasal, goteo nasal, ojos rojos, lloros o con picazón, tos, eccema, picazón en la piel o dermatitis alérgica, entre otros.

Según explica Enric Martí Guadaño, jefe del Servicio de Alergias del Sagrat Cor, «una de las cuestiones con la que nos enfrentamos en nuestra actividad diaria es informar, tras un correcto diagnóstico, sobre la relación directa que hay entre alergia y mascotas».

Diagnosticar la alergia

Para diagnosticar una alergia a los animales se utilizan las mismas técnicas que en cualquier otra patología. En primer lugar, se elabora una exhaustiva historia clínica en la que se realizan preguntas sobre contactos con los diferentes animales domésticos, incluyendo hámsteres y cobayas, tanto en la propia casa o en la de familiares y amigos. Posteriormente se programan pruebas cutáneas sencillas y una analítica en sangre para detectar posibles anticuerpos contra esos alérgenos.

Se suele pensar que estas alergias están causadas por el pelo de los animales domésticos. Pero eso no es exacto. En realidad están provocadas por una proteína presente en la saliva y la orina de los gatos y los perros, por citar a las mascotas más habituales. Estas proteínas se fijan a las escamas secas y muertas de la piel de la mascota, y al ser minúsculas, pueden permanecer en el aire durante mucho tiempo con la más mínima circulación de aire, acumulándose fácilmente en muebles tapizados, alfombras, moquetas, y adherirse a la ropa.

Lo que recomiendan los profesionales es evitar la causa que provoca la reacción. Esto es relativamente más fácil en alergias a alimentos o medicamentos causantes de problemas. Pero cuando hablamos de animales, puede ser complejo desprenderse de él. No en vano decimos que el perro o el gato es «uno más de la familia”. También puede ser un problema para profesionales como, por ejemplo, los veterinarios, que tienen contacto con los animales. En estos casos, existe la alternativa de las vacunas

Cuando usar una vacuna

El tratamiento con vacunas es la opción para las personas que no pueden evitar el contacto con los animales, como, por ejemplo, si se trabaja en clínicas veterinarias, granjas u otras profesiones relacionadas con el mundo animal. También son candidatas a la vacunación aquellas personas que conscientemente deciden seguir con el animal en casa. Asimismo, puede ser recomendable la vacunación en algunos niños que tienen alergia a animales y que piensan dedicarse a profesiones en contacto con ellos.

No existen vacunas disponibles para la alergia a todos los animales, sino frente a los más habituales como perro, gato y caballo. Siempre se debe consultar con el especialista en Alergología la conveniencia de realizar estas vacunaciones.

Reducir los síntomas

Para reducir los síntomas de las alergias, el Dr. Martí nos recomienda elegir a un perro más pequeño, que va a perder menos caspa que uno más grande. No dejar que entre a tu dormitorio y a otros cuartos donde pasas mucho tiempo. Mantenerlo en el exterior si el tiempo lo permite. Bañar a la mascota cada semana para quitar la caspa del pelo. Evitar alfombras en la casa. Usar un purificador de aire HEPA (aire particulado de alta eficiencia) y filtros para las aperturas de ventilación para ayudar a reducir los alérgenos de las mascotas en el aire.

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