Argentina. – Los 120 chicos que asisten cada día a ALPI (Asociación de Lucha contra la Parálisis Infantil) se encontraron ayer con una mala noticia: la institución había sido visitada por ladrones y, por lo tanto, las actividades quedaban suspendidas. El robo ocurrió en horas de la madrugada y fue descubierto a la mañana, cuando el personal llegó a su lugar de trabajo.
“Esta escuela es única en su especialidad (la parálisis cerebral infantil) en todo el NOA”, remarcó Reinaldo Cativa, director de la institución ubicada en Delfín Gallo 950, en Villa Urquiza. La tristeza del docente se notaba con sólo mirarlo, parado en la puerta de ALPI, mientras esperaba la llegada de personal de Policía Científica para que buscara algún rastro de los delincuentes. “Es el segundo robo que sufrimos en un mes”, lamentó. Y recordó que hace 20 días ya habían ingresado desconocidos a la institución. “Aquella vez se llevaron cosas menores y más que nada fueron daños, pero ahora es más grave”, advirtió.
Según pudieron contabilizar los docentes a simple vista (no podían mover nada hasta que llegara la Policía), faltaban cuatro netbooks, un televisor con pantalla de plasma, un juego de parlantes con consola y las herramientas que usan los chicos para trabajar en los talleres de carpintería y plástica. “El problema es que las computadoras están adaptadas a cada uno de los chicos”, explicó Cativa.
Para ingresar a las aulas, los ladrones rompieron puertas, rejas y cerraduras. En una de la ventanas utilizaron un matafuegos para golpear las rejas y torcerlas hasta conseguir el espacio adecuado para entrar y llevarse elementos de valor.
Exigen seguridad
“Todas las actividades que estaban programadas para hoy (por ayer) se frustraron por culpa de estos delincuentes. Lo peor es que los chicos vienen de muy lejos, muchos de ellos son de localidades del interior, y tuvieron que volverse a sus casas”, expresó el director. “Sólo le pido al Ministerio de Seguridad Ciudadana que nos de seguridad, nada más”, agregó desahuciado el docente.
Personal del Sistema de Emergencias 911 y de la seccional 5ª, a cargo del comisario Julio Medina, se acercó a la institución e inició la investigación del caso. Sin embargo, hasta anoche no habían identificado a ningún sospechoso. Pese a que la escuela especial está situada a pocos metros del hospital Avellaneda, donde hay una guardia policial las 24 horas, los docentes no pudieron ubicar a nadie que haya visto o escuchado algo.
