La autolesión es el acto de causar daño físico al propio cuerpo de manera intencional y deliberada, sin la intención de suicidarse. Este comportamiento es una forma de manejar o aliviar el dolor emocional, psicológico o mental, y a menudo está relacionado con trastornos de la salud mental, como la depresión, la ansiedad, el trastorno límite de la personalidad (TLP) o el trastorno de estrés postraumático (TEPT). Aunque la autolesión no implica un deseo directo de morir, sí refleja una grave angustia emocional y una falta de habilidades para afrontar el sufrimiento de forma saludable.
Las formas más comunes de autolesión incluyen cortarse, quemarse, golpearse o rascarse la piel hasta sangrar, pero cada persona puede adoptar diferentes comportamientos para autolesionarse. Este acto se convierte en un mecanismo de afrontamiento, ya que algunas personas sienten que el dolor físico puede ser más manejable que el emocional.
¿Por qué las personas se autolesionan?
Las razones que llevan a una persona a autolesionarse son diversas y complejas. Cada individuo puede tener diferentes motivaciones, pero algunas de las causas más comunes incluyen:
1. Manejo de Emociones Intensas
Las personas que se autolesionan suelen estar lidiando con emociones muy intensas y abrumadoras, como la tristeza, la ira, la ansiedad o el vacío. Al autolesionarse, experimentan un alivio temporal, ya que el dolor físico puede distraer de la angustia emocional y darles una sensación de control o liberación.
2. Escapar del Vacío Emocional
En muchos casos, las personas que se autolesionan sienten un vacío interno profundo o una desconexión emocional. El dolor físico les da algo «real» y palpable con lo que lidiar, lo cual puede ayudar a sentir que están vivos o a disminuir la sensación de despersonalización.
3. Expresión de Sufrimiento Insoportable
A veces, quienes se autolesionan no tienen las palabras ni las herramientas emocionales para expresar lo que están sintiendo. El acto de autolesionarse puede ser una forma de comunicar su sufrimiento interno a los demás, aunque no siempre sea consciente.
4. Rechazo a la Agresión Hacia Otros
Las personas que sienten emociones intensas como ira o frustración, pero que no pueden expresarlas abiertamente hacia otras personas debido al miedo o la represión, pueden recurrir a la autolesión como una manera de liberar esas emociones de forma controlada.
5. Trastornos Mentales Subyacentes
La autolesión a menudo se asocia con trastornos psicológicos como la depresión, el trastorno límite de la personalidad (TLP), los trastornos de ansiedad, y el trastorno de estrés postraumático (TEPT). En estos casos, la autolesión no es solo un comportamiento aislado, sino una manifestación de una lucha interna mucho más profunda.
Cómo Reconocer la Autolesión
Identificar a una persona que se autolesiona no siempre es fácil, ya que muchas veces lo hacen en lugares que son fáciles de ocultar, como las muñecas, los muslos o el abdomen. Sin embargo, algunos signos comunes que pueden indicar que alguien está autolesionándose son:
- Cicatrices visibles o marcas en la piel: Cortes, quemaduras o cicatrices que aparecen con regularidad, o que son cubiertas por ropa de manga larga o pantalones largos, aunque la temperatura no lo requiera.
- Comportamientos evasivos: La persona puede evitar cambiarse de ropa o mostrar su piel en público, o puede ponerse muy defensiva si se le pregunta sobre sus marcas.
- Aislamiento social: Las personas que se autolesionan a menudo se aíslan, ya que sienten vergüenza o culpa sobre sus comportamientos.
- Desempeño emocional inestable: Pueden mostrar cambios repentinos de ánimo, irritabilidad o una sensación generalizada de desesperación.
Consecuencias de la Autolesión
Aunque la autolesión puede proporcionar un alivio temporal, no resuelve los problemas subyacentes y, con el tiempo, puede empeorar. Las consecuencias incluyen:
- Lesiones físicas: Cortes, quemaduras o heridas abiertas que pueden infectarse o dejar cicatrices permanentes.
- Impacto emocional: Las personas que se autolesionan a menudo experimentan sentimientos de culpa, vergüenza y desesperanza, lo que puede aumentar la angustia emocional y perpetuar el ciclo de autolesión.
- Riesgo de autolesión más grave: Aunque la autolesión no siempre es suicida, puede aumentar el riesgo de conductas autodestructivas más graves, incluidas las tentativas de suicidio.
Cómo Ayudar a una Persona que se Autolesiona
Si conoces a alguien que se está autolesionando, es importante ofrecerle apoyo con compasión y sin juicio. Ayudar a alguien a superar la autolesión requiere un enfoque cuidadoso y sensible. Aquí hay algunas formas en las que puedes ofrecer apoyo:
1. Escuchar sin Juzgar
Lo primero que debes hacer es escuchar a la persona sin criticarla ni minimizar su dolor. Muchas veces, las personas que se autolesionan sienten vergüenza y miedo del rechazo. El simple acto de ser escuchado puede ser un gran alivio. Haz preguntas abiertas como: «¿Cómo te sientes últimamente?» o «¿Qué te está llevando a hacer esto?».
2. Evitar Reacciones Negativas o Críticas
En lugar de juzgar o condenar, es vital mostrar empatía. La autolesión no es una forma de llamar la atención, sino una manera de lidiar con el sufrimiento. Evitar comentarios como «No tienes razón en hacer esto» o «Eso es tonto» es fundamental para que la persona se sienta apoyada.
3. Fomentar la Búsqueda de Ayuda Profesional
La autolesión es un comportamiento que a menudo requiere la intervención de un profesional de la salud mental. Anima a la persona a buscar ayuda de un psicólogo, terapeuta o psiquiatra, quienes pueden ofrecer un tratamiento adecuado. La terapia cognitivo-conductual (TCC) y la terapia dialéctico-conductual (TDC) son enfoques eficaces para tratar la autolesión.
4. Promover Otras Estrategias de Afrontamiento
Ayuda a la persona a identificar otras formas de lidiar con el estrés y las emociones negativas. Algunas estrategias útiles incluyen:
- Practicar técnicas de relajación o meditación.
- Hacer ejercicio físico para liberar tensiones.
- Escribir en un diario para expresar lo que sienten.
- Realizar actividades creativas, como pintar o dibujar.
- Usar técnicas de distracción, como ver una película, escuchar música o hacer manualidades.
5. Crear un Plan de Seguridad
En algunos casos, puede ser útil crear un plan de seguridad con la persona, en el cual se identifiquen situaciones de alto riesgo y se establezcan acciones alternativas que puedan tomarse cuando surjan pensamientos o impulsos de autolesión. Esto puede incluir llamar a un amigo, practicar técnicas de respiración o escribir sobre sus sentimientos en ese momento.
6. Brindar Apoyo Continuo
La recuperación de la autolesión no es un proceso rápido ni fácil, y las recaídas pueden ocurrir. Es importante seguir ofreciendo apoyo y comprensión a lo largo del tiempo. Mostrar a la persona que están respaldados y que su lucha importa puede ser un factor clave en su recuperación.
La autolesión es un comportamiento serio que a menudo es una señal de sufrimiento emocional profundo. Aunque no es un intento directo de suicidio, refleja la incapacidad de la persona para manejar sus emociones de manera saludable. Si bien la autolesión puede proporcionar un alivio temporal, no resuelve los problemas subyacentes y puede tener consecuencias graves tanto físicas como emocionales.
Ayudar a alguien que se autolesiona requiere empatía, paciencia y, en muchos casos, la intervención de un profesional. Es fundamental que las personas que luchan con la autolesión reciban apoyo adecuado, ya sea a través de terapia, estrategias de afrontamiento alternativas o el simple acto de ser escuchados y comprendidos. Con el tiempo y el tratamiento adecuado, las personas pueden aprender a manejar su dolor emocional de manera más saludable y superar el ciclo de autolesión.
Equipo T2S1.
