Principios básicos para ahorrar

Ahorrar dinero pude referirse a la acción de guardar dinero, pero también significa «evitar un gasto o consumo mayor». Existen varios trucos básicos para poder guardar un poco de dinero en el banco, y también los hay para controlar nuestra forma de gastarlo. Si eres de aquellos que cada fin de mes contemplas números rojos en tu cuenta, a lo mejor estos consejos pueden ayudar a pintarlos de negro.

Conocer tus ingresos (y los de tu pareja)

Puede parecer obvio, pero en las culturaslatinoamericanas es común no conocer los ingresos exactos de tu pareja. Si eres parte de un matrimonio, saber con el total que se cuenta para hacer gastos debe ser el primer paso que debes de tomar. Si por el contrario vives solo, también es importante conocer el potencial de tu salario y ser consciente del nivel socioeconómico al que perteneces –nada de trabajar de camarero y querer comprar una casa en los Hamptons (aunque te den el crédito).

Determinar las prioridades

El desastre comienza desde la planeación –si no estableces cuáles son las prioridades de gasto no puedes ser una persona eficiente a la hora de soltar el dinero. Debes ordenar los gastos comenzando con los imposibles de eludir (renta o hipoteca, energía, agua, teléfono, salud, educación de los hijos, etc), siguiendo con los necesarios pero no fijos (ropa, zapatos, comida, etc). La comida, al contrario de la renta o la escuela, puede variar en calidad y cantidad según tu bolsillo. Por último, debes poner todos los gastos prescindibles como salidas a cenar, compra de películas o discos, una televisión más grande o un equipo de sonido más potente. Priorizando y repartiendo los gasto de los Imprescindibles a los prescindibles te hará darte cuenta dónde malgastas el dinero y cuánto dedicas a cada bien o servicio.

Medita las compras

Evitar las compras impulsivas es clave para no dejar escapar los billetes de la cartera. Mientras más medites una adquisición, mejor uso harás de tu dinero. Continuamente compramos cosas que no necesitamos en realidad (¿cuántos habitantes de Miami tendrán más de tres abrigos?), y una supuesta oportunidad inmejorable nos hace irnos a casa con menos dinero y una cosa inútil que almacenar.

Estudiar las oportunidades de crédito

Mucha gente pierde dinero por no saber manejar las tarjetas de crédito y culpa a esos rectángulos de plástico de su desgracia, pero si gastas con orden y de acuerdo a lo que ingresas, no debe existir ningún problema. El crédito bien empleado puede darte la oportunidad de obtener bienes necesarios de alto precio que de otra manera sería imposible pagar, ¿te imaginas lo que sería ahorrar 200,000 dólares para comprar una casa? Tardarías media vida (literal), por lo que es conveniente pedir un crédito al banco –eso sí, siempre de acuerdo a tus ingresos y posibilidades de pago; si ganas 2000 dólares es muy riesgoso obtener una hipoteca que te genere pagos mensuales de más 500 dólares, por ejemplo. Lo mismo pasa con las tarjetas: si no eres capaz de pagar a tiempo, mejor aléjate de ellas pues los intereses son tan altos que terminarán por atraparte.

Ahorrar

Ser estricto en las compras

Una de las fugas de dinero más dañinas es el supermercado y las salidas nocturnas. Si no delimitas un gasto por mes para comestibles y demás artículos de supermercado, es posible que cada vez que visites los pasillos de la tienda el carrito termine por colmarse de antojos yalimentos que no consumes habitualmente. Para evitar esto es recomendable hacer un menú semanal y respetarlo al máximo, pues así tendrás la mesa siempre llena y el refrigerador con poca comida, lo cual te repercute en un ahorro doble: utilizas todo lo que compras y no se te descompone la comida extra. Las salidas nocturnas tienen como enemigo a las endorfinas y la diversión, así que para evitar que gastes de más, solo sal con lo que puedas gastar, y si eres demasiado débil mejor deja las tarjetas en casa.

Seguir estrictamente los gastos impuestos

Si sigues todas tus metas de gasto no debes tener problemas a la hora de llegar a fin de mes, el problema es que todos pensamos que nos merecemos ciertos caprichos y son estas desatenciones las que al final terminan sumando una cantidad similar a lo que gastamos en energía o en teléfono. Cuando tienes que cuidar el dinero, 10 dólares valen lo mismo que 100 o 2, lo importante es la acción de poder controlar tu forma de gastar –no si puedes gastar una cantidad u otra.

Nunca gastar más de lo que ingresas

La mayoría de las sociedades contemporáneas son aspiracionales, es decir que todo el mundo está pensando en la forma de tener una mejor casa, un carro más lujoso, una mejor escuela para los niños y unos zapatos más finos. Si bien no tiene nada de malo querer tener lo mejor, esta actitud puede llevarte a realizar compras muy alejadas de tu verdadero poder adquisitivo. Para ser eficiente en el control y gasto del dinero, debes ser consciente de que tu sueldo solo te puede dar un nivel socioeconómico determinado y tratar de tener un televisor más grande a costa de endeudarte nunca es buena idea. Esto se resume en gastar menos de lo que ingresas, suena obvio pero si analizas tus compras mensuales a lo mejor inviertes en cosas que están muy por encima de tus posibilidades. Todos queremos esa casa con cuatro habitaciones y tres baños, pero si la hipoteca consume el 80% de tu salario es que no es para ti.
Fuente: foreamos.foroactivo.com

 

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