El autismo es un trastorno neurológico complejo que, por lo general, dura toda la vida. Este trastorno daña las capacidades comunicativas y motrices de quienes lo padecen. En la actualidad, no existen métodos para prevenir el autismo ni tratamientos que resulten altamente eficaces. Sin embargo, los médicos aseguran que una detección temprana de este trastorno facilitará el desarrollo de la comunicación y la sociabilidad del niño.
Genética
La causa más probable del autismo es la genética. Los niños que presentan una forma ligera de autismo son sometidos a distintos tipos de análisis y estudios médicos. Sin embargo, los resultados suelen presentarse dentro de los parámetros normales. La conclusión de los médicos es que los desórdenes genéticos que padecen estos niños no pueden ser identificados con los estudios que se realizan en la actualidad.
Anormalidades en los cromosomas
Una de las causas del autismo que se encuentra identificada es la anormalidad en los cromosomas. Algunas de las alteraciones genéticas pueden desencadenar en «Síndrome frágil X» o en «Síndrome de Angelman», entre otras tantas anormalidades en los cromosomas que terminan en autismo.
Malformaciones cerebrales
Se realizaron estudios neurológicos a varios pacientes con autismo en el Hospital Infantil de Boston. Los resultados demostraron que, cuando existe un daño en las áreas del cerebro que deben regir la conducta del ser humano – por ejemplo, los lóbulos frontales-, los individuos tienen serias deficiencias en algunas de sus habilidades cognitivas. Por este motivo las personas con autismo,encuentran difícil establecer metas, definir las tareas que deben realizar y tampoco pueden llevarlas a cabo.
Pérdida del habla
En muchos casos los niños que padecen autismo pierden casi en su totalidad el lenguaje adquirido. La pérdida del habla en las personas que sufren este trastorno se debe a las convulsiones que se producen en el hemisferio izquierdo del cerebro. Este área queda dañada impidiendo el desarrollo normal del habla, un desorden conocido como regresión autista.
Conexiones cerebrales dañadas
Algunos médicos sostienen que otra de las posibles causas del autismo son las conexiones cerebrales alteradas. Las neuronas se conectan entre sí a través de unas biomoléculas llamadas neurotransmisores. En varios estudios clínicos que se han realizado se llegó a la conclusión de que, en niños que tienen autismo, la cantidad de neurotransmisores era mucho mayor que en aquellos que no padecen este trastorno.
Los factores ambientales
Según estudios realizados, existen otros elementos que pueden producir autismo. Sus resultados refutan la teoría de que el trastorno se debe a problemas de genética. En su lugar, esta corriente asocia al autismo con predisposiciones biológicas presentes en la persona de manera previa. Estas características son activadas por factores ambientales, originando trastornos del espectro autista. Algunos de ellos son la contaminación por metales pesados, la contaminación por mercurio y la intoxicación alimenticia.
Intoxicación con metales pesados
Algunos de los estudios que se le realizaron a los niños que padecen autismo demostraron que existía una alta cantidad de sustancias tóxicas en sus organismos. Estas investigaciones tratan de demostrar que el trastorno del autismo puede deberse, en gran parte, a una intoxicación con metales pesados. Sin embargo, a pesar de todos los estudios realizados, los resultados no son concluyentes.
Intoxicación con mercurio
La teoría que sostiene que las vacunas que contienen un porcentaje de mercurio pueden ser las causantes del autismo fue desarrollada por Andrew Wakefield. Surgió cuando varios padres notaron comportamientos extraños en sus hijos después de haber sido vacunados. El estudio realizado por Wakefield fue declarado un fraude cuando se comprobó que había falsificado datos. Por este hecho, él perdió la licencia para ejercer la medicina en el Reino Unido en el año 2010.
Intolerancia alimenticia
Otra de las posibles causas del autismo se cree que es la intolerancia alimenticia. Existen niños con este trastorno que no pueden consumir determinados alimentos por ser intolerantes a algún componente de ellos. En estos casos en particular, algunos investigadores sostienen que se debe variar el menú y crear una dieta personalizada para que el paciente no continúe intoxicando su organismo. Siguiendo un menú preparado especialmente para el niño con autismo se cree que su condición puede mejorar notablemente. Las evidencias de que este tratamiento sea viable aún no son concluyentes.
Detección tardía del trastorno
La mayor causa de que el cuadro de autismo se agrave es su detección tardía. Es de vital importancia que la detección sea pronta para utilizar los medios psicológicos y educativos de una manera adecuada. Si esto se logra, es posible que los efectos del trastorno sean lo más leves posibles y se pueda ayudar a mejorar el desarrollo del niño.
Fuente: micerebro.com
