Planificación financiera para niños con necesidades especiales

Mientras los amigos se lamentan ante todos por la manera en la que pagarán la educación universitaria de sus hijos, los padres de niños con necesidades especiales tienen preocupaciones que van más allá de los pocos años que lleva obtener un título universitario:

  • ¿Cómo pagaremos las terapias especiales que nuestro hijo necesita ahora?
  • ¿Quién se hará cargo de los gastos del niño una vez que sea adulto?
  • ¿Dónde vivirá nuestro hijo y quién lo cuidará una vez que nosotros no estemos?

Estas preguntas y temores de grandes proporciones pueden paralizar a muchos padres. Pero los planificadores financieros aseguran que la creación de un plan puede reducir la ansiedad. Algunos de los problemas que usted debe afrontar son financieros: ¿Cómo reserva dinero para su hijo sin afectar los beneficios que recibe del gobierno? Y otros son emocionales: ¿Quién comprenderá las necesidades de nuestro hijo si nos ocurre algo en este momento?

A continuación, incluimos 10 pasos para planificar el futuro financiero de su hijo. Algunos son sencillos y otros son complejos; algunos no tienen ningún costo y otros requieren el pago de honorarios legales. Comience con algunos de estos pasos para poder estar tranquilo a medida que pasa el tiempo.

1. Cree un fideicomiso para necesidades especiales

El fideicomiso para necesidades especiales es la parte más importante del plan financiero a largo plazo de su hijo. Aquí puede colocar el dinero que ahorra, el dinero que otras personas le obsequian a su hijo o lo que recibe por un acuerdo de seguro sin necesidad de preocuparse de que estos fondos puedan llegar a interferir con la elegibilidad de su hijo para recibir beneficios federales, como Medicaid o Ingresos Complementarios de Seguridad (SSI).

Aun cuando no pueda colocar dinero en un fideicomiso en este momento, cree uno. De este modo, puede colocar al fideicomiso como beneficiario de su póliza de seguro de vida y de su hogar, para asegurarse de que esos activos no sean dados a su hijo cuando usted fallezca. ¿Por qué no desearía que su hijo sea el beneficiario de sus activos? Porque si tiene activos por más de 2.000 dólares, el niño podría no reunir los requisitos para recibir beneficios federales, como SSI.

2. Escriba un testamento

Un testamento especifica qué se hará con sus activos después de su muerte. Al escribir un testamento, se asegura de que sus activos sean entregados a un fideicomiso para necesidades especiales y no a su hijo. Sin un testamento, un juez de un tribunal de sucesiones podría nombrar a su hijo como beneficiario y esto podría hacer que no sea elegible para recibir beneficios federales (vea más atrás). El testamento también es el lugar en el que especifica un tutor legal que cuidará a su hijo.

Cuando se tiene un hijo con necesidades especiales, no se debe hacer un testamento sin ayuda legal. Contrate a un abogado que trabaje específicamente para personas con necesidades especiales y conozca las leyes de discapacidad del estado. Una vez que se hayan redactado los documentos, pídale a su abogado que conserve una copia y déle una copia a cualquier ejecutor o tutor legal que nombre en el testamento.

Este papeleo legal, incluido el testamento, el fideicomiso y los poderes notariales, tiene un costo de 1.500 o más, según el lugar en el que viva. Comuníquese con la Academia de Planificadores de Necesidades Especiales o la Alianza de Necesidades Especiales para que le recomienden a un abogado en su estado.

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