Los tres mitos sobre la depresión estacional en los que debes dejar de creer

Ahora que ha llegado el cambio de hora, estamos en pleno otoño y cada vez hace más frío, es normal sentirte parcialmente desmotivado o sin ánimo. Al no contar con tantas horas de sol, es bastante probable que se aposente en ti una tristeza otoñal que los psicólogos tienden a llamar «depresión estacional». Normalmente se pasa en lo que nuestra mente y cuerpo se adapta al nuevo horario y al frío. Este año en especial podrá hacerse más notoria, ya que la pandemia ha pasado una clara factura a nuestra salud mental global.

Uno de los aspectos más curiosos de este trastorno es que se desconocen completamente sus causas. Se produce como un desequilibrio de serotonina, la hormona de la felicidad, de ahí que nos sintamos más bajos de ánimo. Al no contar con tantas horas de sol también nuestro sueño se ve afectado, lo que puede incidir de manera significativa en los síntomas. Si no dormimos o nos sentimos más cansados durante el día de lo normal (es lógico que los ritmos circadianos se alteren al haber menos horas de luz), tenderemos a estar más apagados o tristes, con menos energía.

«Si bien la época invernal es la estación con la que se relaciona, hay que tener en cuenta que el indicativo es un patrón ‘estacional’, no por ello específicamente el inicio del invierno»

Normalmente, tiende a desaparecer con el paso de los días. En caso de que no cese al cabo de unas semanas, deberás acudir a un psicólogo especialista para tratarlo, pues puede ser indicativo de un problema mayor que no estás gestionando bien o que has descuidado. A pesar de esto, hay una serie de mitos sobre la depresión estacional que necesitan ser revisados y refutados. Por ello, Anthony D. Smith, un psicólogo internacional con más de 20 años de experiencia ha publicado un artículo en ‘Psychology Today’ en el que ha consultado diversos estudios sobre el tema para desmentir algunas creencias falsas sobre este trastorno que, de manera generalizada, puede afectar más o menos a todo el mundo.

Un «trastorno depresivo mayor» con patrón estacional

En primer lugar, el nombre de «trastorno afectivo estacional» no sería del todo correcto. «No hay un diagnóstico real para ello, es más bien un término cultural popular que la gente usa para referirse a la depresión que ocurre con el cambio de estación», observa Smith. Según él, habría que llamarlo mejor «trastorno depresivo mayor» (TDM) con patrón estacional. Evidentemente, esta forma de llamarlo suena demasiado grave; en lo que incide el especialista es que forma parte de un cuadro depresivo que, en determinada época del año, puede recrudecerse o hacerse más notorio en el individuo.

«Los síntomas pueden recrudecerse más en pacientes con trastorno bipolar»

Otra de las creencias más comúnmente aceptadas es que viene inducida por la propia estación, es decir, el final del otoño y principio del invierno. Aunque es más común que se dé en los meses fríos, también hay «un subconjunto de personas con patrón estacional que se deprime en los meses más brillantes». Obviamente, las horas de luz solar influyen, pero no por ello son determinantes a la hora de explicar el trastorno. «Si bien la época invernal es la estación con la que se relaciona el desarrollo de esta patología, hay que tener en cuenta que el referente es un patrón ‘estacional’, no por ello específicamente el inicio del invierno», asevera Smith. Por último, el psicólogo asevera que no siempre es la sintomatología depresiva la que más se asocia con estos cambios estacionales. Es más común que, debido a las alteraciones del ritmo circadiano propias del cambio de hora o de la falta de luz diaria, se manifieste más en personas con trastorno bipolar. «Los efectos de los cambios estacionales en el estado de ánimo popularmente se asocian a la depresión», puntualiza Smith. «Sin embargo, se recrudecen más en pacientes con trastorno bipolar, que con los cambios de estación pueden desarrollar manías o volverse maníacos».

Foto: Fuente: iStock.

Smith pone el foco en la vitamina D, la cual regula los mecanismos de segregación de serotonina del cuerpo, teniendo en cuenta que a menos exposición a la luz solar, mayor deficiencia de esta vitamina. Por ello, si sufres de depresión estacional es vital que absorbas este compuesto químico por otra vía. Los suplementos pueden funcionar, así como también intentar llevar una rutina fija en la que aprovechar al máximo las horas de luz. Además, si seguimos una dieta sana y realizamos ejercicio físico nuestro cuerpo producirá dopamina, que puede ser una buena alternativa a los déficits de serotonina. Sea como sea, y como recordábamos antes, si notas que los síntomas persisten al cabo de unos días, lo mejor que puedes hacer es acudir a tu médico de cabecera o psicólogo porque puede ser indicativo de un trastorno mental mayor al que no le has prestado mucha atención.

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