Los diferentes tipos de sordera

Los diferentes tipos de sordera

Existen tres tipos principales de sordera, a continuación definimos cada uno de ellos:

Sordera conductiva
La sordera conductiva está provocada por una deficiencia en el oído externo o en el oído medio.
Se trata por lo tanto, de un bloqueo de la información sonora, principalmente relacionado con un obstáculo, ya sea en el oído externo (conducto auditivo externo), o en el oído medio, es decir, el tímpano o los tres huesecillos.

Existen por lo tanto, diversas causas que podrían impedir la progresión de la señal sonora hacia el oído interno: el cerumen, cuerpos extraños, otitis crónicas, otoesclerosis (calcificación reduce el movimiento del estribo).

Este tipo de sordera es siempre parcial y nunca causa pérdidas auditivas muy importantes. Resulta suficiente para alterar de forma significativa la vida social o profesional de la persona con pérdida auditiva.

 

Sordera conductiva
La sordera conductiva es la que más puede beneficiarse de un tratamiento médico o quirúrgico (en el caso de una otoesclerosis, por ejemplo). También es posible, en caso que estos tratamientos fracasen, remediar la pérdida auditiva mediante prótesis auditivas diseñadas para amplificar los sonidos.

La sordera perceptiva está provocada por una deficiencia en el oído interno o en las vías nerviosas. En ambos casos, la transmisión de información sonora a través del tímpano y los huesecillos al oído interno es perfecta. Según el lugar de la disfunción, se denomina sordera perceptiva coclear o retrococlear:

• La sordera perceptiva coclear (o neurosensorial) se produce cuando una parte de las células sensoriales del oído interno (células ciliadas) es deficiente. La cóclea ya no puede convertir la información sonora que recibe del oído medio en impulsos nerviosos transmitidos por el nervio auditivo hasta el cerebro. En ciertos casos de sordera perceptiva, llamada sordera parcial, la pérdida auditiva se localiza en las frecuencias agudas. Por lo que sólo están dañadas las células ciliadas situadas en la base de la cóclea y un estímulo combinado eléctrico y acústico podría resultar una solución.

• La sordera perceptiva retrococlear se produce cuando el nervio auditivo está dañado. El tratamiento de la información se realiza correctamente en el oído interno, pero el nervio auditivo es incapaz de transmitir los impulsos nerviosos hasta el cerebro.

Hay varias causas que pueden provocar una sordera perceptiva, como la presbiacusia (envejecimiento normal del oído interno), traumatismos acústicos o una lesión cerebral, o ciertas enfermedades (meningitis)…

Las pérdidas auditivas de percepción pueden ser evolutivas y generalmente resultan definitivas. Sin embargo, el uso de una ayuda auditiva está indicado en numerosas personas que padecen sordera perceptiva ligera a grave. A partir de una sordera perceptiva grave (tipo II), y cuando la ayuda auditiva no aporta la inteligibilidad suficiente, se recomienda el uso de un implante coclear.

Cuando la cóclea está muy osificada o el nervio auditivo deja de ser funcional, los beneficios que aporta un implante coclear dejan de resultar suficientes. Puede optarse entonces por el uso de alternativas al implante coclear, como el uso de un implante con dos portaelectrodos o incluso la implantación en el tronco cerebral en determinados casos.

 

Sordera mixta
La sordera mixta es frecuente, resulta de la combinación de una sordera conductiva y una sordera perceptiva. Una infección crónica que sea la causa del deterioro considerable del tímpano y de los huesecillos, puede alterar el correcto funcionamiento de la cóclea.
Este tipo de sordera puede beneficiarse de los dispositivos, o de los mismos tratamientos prescritos para la sordera conductiva y neurosensorial (medicamentos, cirugía).

 

 

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