Las personas con síndrome de Down, propensas a sufrir apnea del sueño

Las personas con síndrome de Down, propensas a sufrir apnea del sueño

Los trastornos del sueño y sus efectos no siempre se tienen en cuenta, pese a que un buen descanso es imprescindible para las personas de cualquier edad y en todas las circunstancias. Algunas condiciones como el Parkinsono el síndrome de Down, uno de los trastornos genéticos más comunes, propician problemas para dormir, y las personas que los sufren pueden ver menguada su salud física y emocional.

Alrededor de un 50% de los niños con síndrome de Down experimentan problemas para dormir que afectan a su función y desempeño diarios. Un estudio realizado en el Reino Unido sugiere que estos niños son más propensos a sufrir trastornos del sueño como resistencia al sueño, ansiedad y despertares nocturnos, parasomnias y problemas de respiración durante el sueño que los niños sin problemas de aprendizaje. Muchas veces, sin embargo, no son conscientes de que sufren dichas alteraciones o no pueden comunicarlas, por lo que es importante que los padres o cuidadores estén alerta para asegurarse de que mantienen un sueño saludable. Entre los síntomas se encuentran la irritabilidad, ansiedad, hiperactividad, agresividad, problemas de atención y somnolencia diurna.

Aunque existe menos información acerca de los trastornos del sueño en los adultos con síndrome de Down, se sabe que estos generalmente son más frecuentes en la población con dificultades de aprendizaje, cuya incidencia se estima de entre el 9% y el 34%, según la Asociación británica de Síndrome de Down. La deducción más razonable es que, pese a que los trastornos del sueño son frecuentes en personas adultas con síndrome de Down, la mayoría no se diagnostican.

Tanto en niños como en adultos las causas pueden ser conductuales, físicas o una combinación de ambas. La causa más común es la apnea del sueño, que según un estudio realizado por diversos profesionales en pediatría y trastornos del desarrollo en Estados Unidos, afecta al 31% de los niños con síndrome de Down. Las vías respiratorias altas son más estrechas, y sus lenguas y amígdalas algo más grandes; además, el tono muscular laxo y la propensión al sobrepeso son factores de riesgo en la obstrucción de las vías respiratorias.

La apnea del sueño es especialmente peligrosa en las personas con síndrome de Down, puesto que la reducción del oxígeno puede producir daños en el cerebro o empeorar los problemas de corazón congénitos.

La apnea en menores de 6 años de edad tiene una prevalencia del 1% al 3%, mientras que en los niños de la misma edad con síndrome de Down está entre el 30% y el 55%. Debido a la alta propensión a la apnea del sueño, se recomienda que los niños con síndrome de Down reciban un estudio de sueño hacia los 4 años. Aquellos que sufren apnea moderada o severa pueden reducir los síntomas a través de una adenoamigdalectomía, la intervención para extirpar las amígdalas.

Tanto si se trata de los adultos como de los pequeños, muchos de los problemas relacionados con el sueño pueden corregirse adoptando buenos hábitos para un sueño saludable y de calidad recomendados para cualquier persona, también llamados higiene del sueño en su conjunto. Estos incluyen seguir una rutina de sueño, disponer de un dormitorio libre de distracciones como luces o ruidos, dormir siempre las mismas horas, realizar ejercicio y actividades físicas regulares, evitar la cafeína y otros estimulantes por la tarde y no hacer ejercicio intenso por la noche. Escuchar música relajante o sonidos de la naturaleza a la hora de dormir también puede ayudar a conciliar el sueño.  

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