Cada día son más los estudios destinados a estudiar y analizar la salud mental de las mujeres en su etapa de madres, lo cual ayuda a visibilizar padecimientos que antes solían vivirse en silencio. Estos estudios, analizan el impacto que tienen los trastornos mentales tanto en la madre como en sus hijos, con la finalidad de comprender mejor cómo y por qué deben ser tratados.
Ahora, un nuevo estudio nos da otra razón más para poner más atención a la salud mental de la madre tanto como la física, pues ha encontrado que haber padecido depresión antes y durante el embarazo puede afectar negativamente el vínculo entre mamá y bebé durante el primer año de vida.
El estudio
Publicado en la revista BJPsych Open, el estudio tenía como objetivo analizar cómo podría influir en la relación entre mamá y bebé, el que la madre padeciera depresión antes y/o durante el embarazo.
Durante la investigación, se dividió a las madres participantes en tres grupos: las que nunca habían padecido depresión, la que la presentaron durante el embarazo y las que habían padecido depresión en el pasado, pero habían tenido un embarazo saludable y sin síntomas.
De acuerdo con los resultados de este análisis, en el caso de las madres que tuvieron depresión en el embarazo y que la habían padecido en el pasado, la calidad de las interacciones entre mamá y bebé era menor a los ocho y 12 meses de edad después de que los bebés habían nacido.
Para llegar a esta conclusión, el equipo revisó vídeos de interacciones entre las madres y sus bebés al momento de jugar con ellos, analizando aspectos de su comportamiento como expresión facial, contacto físico, expresión oral, apego, control, entre otros.
Los investigadores comentan que es recomendable que el personal médico ayude a las mujeres embarazadas con riesgo de depresión, proporcionándoles ejemplos de comportamiento positivos y formas de involucrar al bebé para mejorar la convivencia y comprender mejor sus necesidades, así como actividades estructuradas ya que nazca su bebé, como grupos de arte o canto:
«Esto es especialmente importante porque sabemos que los primeros años son vitales para la salud mental y el bienestar futuros«, concluyen.
La salud mental en el embarazo también importa
Aunque este no es el primer estudio en demostrar que la salud mental de la madre en el embarazo influye en el bebé, sí nos muestra que además de afectarles individualmente, puede impactar de forma negativa en el vínculo entre ambos.
Recordemos que durante los primeros años de vida no solamente es cuando se forma ese lazo especial, sino también cuando el bebé tiene un crecimiento acelerado que requiere atención, cuidados y cariño de la madre constantemente.
Por ello, conviene seguir dando mayor importancia a la salud mental de la mujer durante el embarazo, tomando en cuenta incluso su historial previo, para poder apoyar a quienes así lo requieran y mejorar el bienestar de mamá y bebé a través de las distintas terapias que existen.
Recuerda que no estás sola: si estás embarazada, busca ayuda en caso de presentar síntomas de depresión. Si conoces una embarazada y sospechas que necesita ayuda en este sentido, habla con ella y apóyala para que busque ayuda médica.
