La depresión en personas con esclerosis múltiple

Los cambios en el estado de ánimo y en el comportamiento, como puede ser la depresión, son frecuentes en las personas con esclerosis múltiple. Estas alteraciones pueden resultar poco evidentes a primera vista, pero no por ello son menos importantes.

La depresión es un cambio en el estado de ánimo que consiste, entre otras cosas, en un sentimiento de tristeza constante y una pérdida de interés en realizar diferentes actividades. Es uno de los síntomas más comunes entre las personas con esclerosis múltiple. Puede durar semanas o meses y, en la mayoría de casos, repercute en diferentes aspectos de la vida, como el ámbito laboral, el familiar y el personal.

El trastorno depresivo se puede mostrar de diferentes maneras, ya sea con sentimientos de tristeza y culpa, pérdida de interés, enfado e irritabilidad… En muchos casos, los mismos síntomas de la depresión pueden confundirse con los de la EM y, por tanto, es difícil diferenciar el origen real. Por ejemplo, los trastornos alimentarios, del sueño, la fatiga y la falta de deseo sexual son reacciones que pueden derivar de ambas causas.

Cuando las alteraciones en el estado de ánimo son una reacción al diagnóstico no podemos hablar propiamente de depresión, sino de reacción de duelo. En estos casos, nos encontramos ante una reacción normal y esperada, que no hay que tratar y que se resuelve en un periodo de tiempo variable. Sin embargo, se ha comprobado que es muy útil hacer un acompañamiento en estos procesos.

Las causas de la aparición de la depresión en las personas con esclerosis múltiple son diversas en cada caso y, en ocasiones, es difícil reconocer el origen del trastorno

Síntomas de la depresión

Si bien todo el mundo puede sufrir una época puntual de tristeza, la depresión se caracteriza por mostrar una serie de síntomas durante un mínimo de dos semanas, durante una gran parte del día y casi todos los días. Estos síntomas incluyen:

  • Sentimientos de tristeza, ganas de llorar, vacío, falta de esperanza.
  • Pérdida de interés o placer en actividades del día a día.
  • Irritabilidad, enojo o frustración por cosas de poca importancia.
  • Trastornos del sueño (ya sea insomnio o dormir demasiado).
  • Fatiga.
  • Falta de apetito o comer en exceso.
  • Sentimientos de inutilidad o de culpa.
  • Dificultades para pensar, concentrarse, tomar decisiones o recordar cosas.
  • Pensamientos frecuentes sobre la muerte o el suicidio.

En cualquier caso, cuando aparecen los síntomas de depresión hay que darles la misma importancia que a cualquier otro síntoma:

  • Cualquier persona con EM puede tener depresión, en cualquier momento de la vida. Tener un mayor grado de discapacidad no significa tener un mayor riesgo de depresión.
  • La depresión no es un síntoma de debilidad, o de falta de voluntad. Como cualquier otro síntoma, no debe provocar vergüenza ni hay esconderlo o minimizarlo.
  • No se puede prevenir o controlar la depresión sólo con fuerza de voluntad. Los medicamentos, la psicoterapia o una combinación de las dos nos puede ayudar a superarla.

Es importante observar la repercusión que la enfermedad tiene en las condiciones físicas de cada uno y las consecuencias derivadas en los distintos aspectos de la vida.

Una causa relevante de depresión tiene que ver con el daño neurológico que la esclerosis múltiple puede provocar en el cerebro. En función de la zona lesionada, pueden aparecer comportamientos fácilmente atribuibles a un estado de ánimo depresivo.

La depresión puede tratarse y en la mayoría de casos no supone un trastorno permanente

Tratamientos para la depresión con esclerosis múltiple

Los tratamientos son diferentes para cada persona, pero el primer paso siempre es que la persona sea consciente del problema. A partir de aquí, la depresión normalmente se trata de diferentes formas: la psicoterapia y la medicación. Muchas veces la pareja o la familia también pueden necesitar ayuda terapéutica, ya que no es extraño que se sientan sobrepasados por los acontecimientos.

Respecto a la medicación antidepresiva, puede conllevar efectos secundarios que las personas con EM deben conocer. Algunos de estos fármacos también pueden resultar útiles para tratar síntomas propios de la esclerosis múltiple como los trastornos del sueño, el dolor neuropático, la ansiedad y la fatiga.

Por otra parte, la terapia psicológica sirve para tratar la depresión y, de hecho, muchas veces se utiliza en combinación con el tratamiento con medicamentos. La terapia psicológica se basa en una demanda por parte de la persona con EM que se concreta en trabajar con un terapeuta de manera activa durante un tiempo, para aprender a identificar y gestionar problemas, y para analizar la autopercepción, entre otros muchos aspectos.

Fuentes:

Depression. National MS Society (2018). Disponible en: https://www.nationalmssociety.org/Symptoms-Diagnosis/MS-Symptoms/Depression 

Depresión (trastorno depresivo mayor). Mayo Clinic (2018). Disponible en: https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/depression/symptoms-causes/syc-20356007#:~:text=La%20depresi%C3%B3n%20es%20un%20trastorno,inter%C3%A9s%20en%20realizar%20diferentes%20actividades.

Aspectos emocionales y cognitivos. MS in focus, Federación Internacional de la Esclerosis Múltiple, (2004). Disponible en: http://www.msif.org/wp-content/uploads/2014/09/MS-in-focus-4-Emotions-and-cognition-Spanish.pdf 

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