LA ALIMENTACIÓN

Aquí en Todos Somos Uno, continuaremos explicando que elementos conforman nuestra alimentación y como lo debemos de balancear para mantener una alimentación adecuada,  en el artículo anterior vimos como esta conformada la pirámide nutricional y  hablamos sobre la importancia de los carbohidratos y las proteínas.

GRASAS

Las grasas o lípidos son las que proporcionan el número de calorías, por lo tanto, respetan el combustible opcional para las células del organismo. Cuando una grasa o un aceite se ha sometido al calor, a la oxidación del aire, a la hidrogenación, se vuelve mucho más peligrosa para la salud.

A mayor consumo de grasas vegetales (aceites) debe elevarse la ingestión de vitamina E. No se ha establecido un requerimiento mínimo para las grasas, pero dada las repercusiones de un exceso de grasas en la dieta  es recomendable consumir 20 a 25 por ciento, no olvidando que ninguna dieta, ni siquiera las destinadas a disminuir el peso, debe estar completamente desprovista de grasa.

VITAMINAS

Se trata de sustancias orgánicas. A diferencia de los carbohidratos y las grasas, las vitaminas no proporcionan energía al cuerpo, sin embargo, hacen posible que este extraiga energía útil de las dos primeras sustancias. Las vitaminas se catalogan de distintas manetas. Las más sencillas u conocida es la clasificación alfabética: a cada vitamina se le asigna una letra del alfabeto común y, en su caso un subíndice numérico, por ejemplo, Vitamina A, B1, B6, E, etcétera.

Aparte de su nombre alfabético, cada vitamina tienen nombres adicionales, generalmente de origen químico y por lo cual se les conoce de manera indistinta: A (retinol), B1 (tiamina).

Cabe mencionar que fue la industrialización de los alimentos los que condujo al descubrimiento de las vitaminas, pues cuando se comenzaron a procesar los alimentos, se les eliminaron estas, lo que puso de manifiesto trastornos carenciales.

MINERALES

A diferencia de las vitaminas, los minerales son sustancias inorgánicas, es decir  que no contienen carbono y que preceden de fuentes inanimadas  (el suelo de las que nutren las plantas).

Sus requerimientos son muy variables, pueden ser muy pequeños como en el caso del yodo que se mide en microrganismos o grandes, como el potasio.

Una ves dentro del organismo, algunos minerales exhiben competencia entre si, de manera que el exceso de uno de ellos proporciona el déficit del otro. A estos minerales se les conoce como antagonista, tal es el caso del calcio-magnesio  cobre-zinc, sodio-potasio y calcio-fosforo.

AGUA

Se considera el agua como un macronutriente; no tiene valor calórico, si no sus funciones principales son de tipo estructural y regulador. No toda el agua que necesitamos nos llega a través del agua potable  y otras bebidas. También recibimos el vital líquido por medio de alimentos solidos o semisólidos, gran parte de los cuales tienen la mayoría de su peso en agua.

Los requerimientos cotidianos aumentan según las condiciones del organismo y la actividad física que se realice. El cuerpo es muy sensible a la perdida del agua, si se reduce en 2 % el agua corporal la orina se oscurece y su volumen se diluye. Si la perdida llega al 3%, disminuye la resistencia muscular y se reciente la fatiga. Cuando alcanza 4%, la orina se reduce al mínimo, ahí mareos, y falta de concentración y coordinación. De ahí su importancia.

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