Hace unas semanas un grupo de señoras nos encontrábamos platicando sobre maternidad en un consultorio ginecológico y en algún momento me sorprendió lo positivo y lo bien que esas jóvenes madres lo están haciendo, de hecho, en un momento me sentí fuera de lugar pues, aunque yo ya críe 3 hijas que ahora adultas, mientras lo hice, no siempre fue fácil, pero me consoló mucho imaginar que eran otros tiempos y que ahora es mejor todo, más fácil o con mejores medios.
- La plática se fue apagando mientras las señoras se iban yendo hasta que al final una joven madre se quedó y sin dudarlo me dijo directamente -Creo que yo no soy tan fuerte o tan inteligente como ellas, a mí no me va nada bien, todo ha sido muy complicado desde que mi bebé nació- luego llegó mi turno de entrar y la charla sincera con esa mujer se acabó.
- Todo el camino a casa y durante la semana sus palabras me dieron vueltas en la cabeza pues pensaba en mi propia historia y de ahí que quiero compartirte esto:
- La maternidad es un viaje muy largo de transformación donde te desconoces y te reencuentras una y otra vez pero siempre mejor que la última vez.
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La primera gran y maravillosa transformación viene con el nacimiento de tu primer hijo
- Una vez que todo salió bien con el nacimiento del bebé, regresas a casa y pasados unos tres meses, ya estás moviéndote y en activo como si nada hubiera pasado, vives para tu esposo y tu pequeño, tu pequeña familia es todo tu mundo. Algunas regresan a trabajar, otras tienen la fortuna de quedarte en casa pero sin importar esto, comienzas a verte al espejo y ya no te conoces del todo, ya no eres la joven que se casó, ahora eres la madre primeriza y tu cuerpo a ratos te es ajeno y muy diferente a lo que solía ser.
- Buscando en las redes, me encontré con Mamá Natural y me encantó esto: «la sociedad así como las propias mujeres, nos llevan a pensar que volveremos a ser las mismas en un promedio de 6 u 8 semanas después del parto» pero esa es una gran mentira.
- La Dra Julie Wray, una investigadora de la Universidad de Salford en Inglaterra, hizo un estudio entre madres que vivían diferentes etapas del postparto y confirmó lo que ya muchas sabemos: recuperarte en 6 u 8 semanas es imposible, esto toma por lo menos un año.
- Cuando se dice «recuperar» yo entiendo «transformarse». Una mujer que tiene un bebé tarda un año completo y a veces un poquito más en transformarse y convertirse en una nueva mujer pues se cambia no solo en el cuerpo, sino en todo sentido, mental, físico, espiritual y hasta emocionalmente.
- Y esta «transformación» como la de las mariposas, requiere tiempo y paciencia, especialmente departe tuya para ti misma.
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Disfruta pacientemente el postparto
- Muchas mujeres jóvenes sienten renovadas energías pronto y no guardan el debido descanso; se incorporan demasiado pronto al cuidado del bebé, dela casa e inclusive al trabajo, haciendo de lado el reposo que toda nueva madre requiere simplemente para que sus órganos se reacomoden.
- Descansa, duerme, no te desesperes por la casa y afanes como ese, este tiempo es vital para ti y el bebé.
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Lo que está sucediendo es muy importante, por eso debes hacerlo con calma
- Cuando nos estresamos, comenzamos a producir un tipo de químicos diferentes que transmitimos a nuestro hijo y a nuestro entorno. Busca música agradable, aromas, muévete con calma y cuidado, transmite a tu pequeño paz, calma, seguridad y sobre todo, no corras, ten calma, guarda en tu mente estos preciados momentos porque no volverán.
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Usa los permisos de maternidad
- Si eres trabajadora y ya estás de regreso en funciones, busca en cuanto puedas aprovechar los beneficios que la ley o tu empresa te otorgan, los permisos para salir temprano, amamantar o inclusive extender las licencias de descanso. NO te arrepentirás.
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Moldea tu mente antes que tu cuerpo
- Otro error que las primerizas cometemos es buscar remedios instantáneos para bajar de peso, desaparecer la panza y recuperar la figura que tenías antes de embarazarte. No caigas en el error, de buscar lo que ahora es mejor. Procura trabajar en aceptar quien eres ahora y luego trabajo por ti y tu cuerpo. Ejercitarse no es malo, ¡es buenísimo! Lo mismo cuidar tu dieta, postura, verte bonita pero todo a su tiempo.
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Nunca te robes a ti misma tiempo
- Dedícate tiempo, aunque sea un poco, pues de ti dependen muchas cosas y personas, por eso debes cuidarte para que los mundos de tu universo sigan funcionando.
- Aprende a respetar esta nueva criatura que ha nacido junto con el bebé, te sorprenderá la grandiosa mujer y madre que serás.
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