Está comprobado científicamente que el ejercicio ayuda a combatir la depresión

Según las últimas cifras de la Organización Mundial de la Salud “la depresión es una enfermedad frecuente en todo el mundo y se calcula que afecta a más de 300 millones de personas”. La depresión puede llegar a ser un problema grave de salud e incluso, puede afectar la vida cotidiana de las personas que la padecen. 

La depresión es un trastorno emocional que produce sentimientos constantes de tristeza,  genera una pérdida de interés por las actividades de la vida cotidiana, cansancio o falta de energía, pérdida de apetito, entre otros. Los episodios depresivos dependiendo de la cantidad y la intensidad de los síntomas se pueden clasificar como: graves, moderados o leves. 

En muchos casos, cuando las personas identifican la depresión el primer paso para tratarla es recurrir a atención médica, ya sean psicólogos o psiquiatras. Un profesional experto determina el tratamiento para tratar la depresión del paciente. En primera instancia suelen recurrir a terapia farmacológica. 

Sin embargo, hay estudios que demuestran que las terapias cognitivo-conductuales, como el ejercicio, contribuyen positivamente en los resultados del tratamiento de los pacientes. 

Desde el comienzo de la década de 1900 con los primeros estudios se concluyó que practicar actividad física con una intensidad moderada afecta positivamente un diagnóstico de depresión porque genera un estado de ánimo más feliz. Así lo demostró un estudio que se realizó en 1905, se tituló “Los efectos del ejercicio sobre el retraso en condiciones de depresión” por Ivory Franz. 

De ahí en adelante se han realizado numerosas investigaciones que demostraron que existe una relación entre la capacidad de realizar ejercicio físico con la depresión. Incluso han llegado a afirmar que el ejercicio puede ser un tratamiento antidepresivo ya que reduce en un alto porcentaje los distintos síntomas. 

Según el doctor Michael Craig Miller, profesor asistente de psiquiatría en la Facultad de Medicina de Harvard: «Para algunas personas funciona tan bien como los antidepresivos, aunque el ejercicio por sí solo no es suficiente para alguien con depresión severa».

¿Por qué el ejercicio ayuda a la depresión?

  • Practicar deporte es útil porque genera endorfinas que dan la sensación de bienestar. Las endorfinas son sustancias químicas que se producen naturalmente en el cerebro, sus efectos se comparan al uso del cannabis. 
  • Al hacer una actividad física se establece distancia de las preocupaciones cotidianas. La mente se concentra en su ejercicio y de esta manera se puede alejar de los pensamientos negativos que alimentan la depresión. 
  • La práctica regular de deporte ha demostrado tener efectos positivos en el desarrollo de la confianza y en el cuidado a uno mismo. Lograr propósitos y cumplir desafíos, sin importar si son pequeños o grandes, genera confianza. También logra que se sientan mejor con su apariencia física al ponerse en forma. 
  • Hay muchas formas de practicar deporte, muchas de ellas se llevan a cabo de manera individual. Sin embargo, se ha demostrado que las interacciones sociales que se producen al realizar actividad física son muy positivas. Ya que al socializar con otros, por pequeña que resulte la interacción, sus efectos se ven reflejados en el estado de ánimo. 
  • Es una manera saludable y consciente de tratarlo. Las personas con depresión reconocen este tratamiento como una estrategia muy efectiva que les permite mantener el control de su avance progresivo.

Beneficios del ejercicio físico para la salud mental

Una vez se empieza a realizar ejercicio físico, se desencadena una variedad biológica de eventos que significan muchos beneficios para la salud a nivel general. Para empezar, las personas que practican deporte con regularidad crean protección contra las enfermedades cardíacas y la diabetes. Por otra parte, mejora la calidad de sueño y disminuye la presión arterial. 

El ejercicio de baja intensidad de manera constante estimula la liberación de proteínas llamadas ‘factores neurotróficos’ o de ‘crecimiento’, gracias a esto las células nerviosas crecen y establecen nuevas conexiones. Esta modificación positiva en la función cerebral da un sentimiento de bienestar. 

Otros beneficios son: 

  • Mejor memoria y pensamientos más claros: Las mismas endorfinas que logran que las personas se sientan mejor también te ayudan a la concentración y a sentirse mentalmente listo para las tareas que están en proceso. El ejercicio también estimula el crecimiento de nuevas células cerebrales y ayuda a prevenir el deterioro relacionado con la edad .
  • Sueño más placentero: Uno de los aspectos que se ve más afectado por la depresión, es la capacidad de conciliar el sueño. Sin embargo, los periodos de ejercicio, incluso si son cortos, tienen la habilidad de regular los patrones de sueño. Los ejercicios relajantes como el yoga o los estiramientos también promueven el sueño. 
  • Más energía: Entre más ejercicio mayor es la frecuencia cardiaca, de esta manera se genera mayor capacidad de realizar cualquier actividad.   .
  • Sistema inmunológico más fuerte: Practicar deporte de manera regular estimula el sistema inmunológico. Además, disminuye la producción de hormonas que generan estrés, de esta manera se reduce la posibilidad de generar enfermedades. 

¿Cuánto ejercicio se debe hacer para que sea efectivo?

Empezar a hacer ejercicio físico requiere la misma constancia que para crear cualquier hábito, debe ser progresivo. No se determina cantidad exacta debido a que puede variar mucho dependiendo del tipo de actividad que se realice, pero se recomienda mantener un hábito mínimo de ejercicio desde los 30 minutos al día al menos tres días a la semana. De esta manera sería posible mejorar drásticamente los síntomas de la depresión. 

El ejercicio y la actividad física se pueden elegir en función a los gustos y motivaciones de cada persona, las opciones son muy amplias y casi ilimitadas. Lo esencial es que sea una actividad que disfrutes y puedas generar de ella un hábito. 

Tips para empezar una rutina de ejercicio

Empezar una rutina de ejercicio es difícil para cualquiera, pero presenta mayor grado de  dificultad para una persona que padece depresión porque se pierde el interés por las actividades cotidianas. A continuación mostramos algunos consejos para animarse a iniciar y mantenerse motivado durante en el proceso: 

  • Escoja una actividad que le genere interés y represente un desafío, al elegir la actividad tenga en cuenta que sea algo de fácil acceso a la hora de realizar ya que esto ayudará a disminuir la excusas cuando la motivación sea difícil de encontrar.
  • Acuda a profesionales en la salud mental para tener acompañamiento durante el proceso. Además le pueden brindar ayuda para establecer un programa de ejercicio que se ajuste al tratamiento adecuado. BetterHelp puede ser su aliado durante este nuevo inicio. 
  • No piense en el ejercicio como un deber, ayuda mucho verlo  como una herramienta divertida para obtener bienestar mental, emocional y físico. 

Está demostrado que el ejercicio puede ser un gran aliado para las personas que necesitan tratamiento para combatir la depresión. No es necesario pasar horas y horas en el gimnasio, simplemente basta con tener un programa adecuado, y visualizar los resultados a largo plazo que se verán reflejados en una mejora en la calidad de vida. 

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