El estreñimiento en bebés

Bebé

Por una infección que desarrollé tras la cesárea de mi segunda hija, me vi obligada a dejar de darle pecho hasta que mi problema pasara y depurara todo medicamento de mi organismo, lo que me tomo cerca de dos meses, mientras tanto alimentamos a la pequeña con fórmula lo que inmediatamente se tradujo en estreñimiento.

Al principio la niña se mostraba intranquila, no dormía tan bien como antes, tenía gases y su pancita se veía muy inflamada y claro, lloraba y lloraba.

La señal inequívoca de que se trataba de un estreñimiento fue que no ensuciaba los pañales tan frecuentemente como cuando la alimentaba al seno.

Así que inmediatamente nos fuimos con el pediatra.

La guía infantil confirmó lo que el médico nos explicó: primeramente debemos saber que en los primeros mesas de vida del pequeño, la coordinación de los movimientos del intestino y la relajación del esfínter, no han madurado lo suficiente por lo que suelen no ser muy eficientes y a veces manifestarse en estreñimiento.

Puedes saber con claridad que tu pequeño está estreñido si presente estos síntomas:
Cólicos y gases

Mueve sus piernitas incesantemente

Se pone rojo de esfuerzo

Llora y llora

Hay heces pequeñas, secas y duras

En el caso de mi hija, el cambio de leche fue el gran detonador de su estreñimiento, entonces el pediatra nos dio estas recomendaciones:

Poner más agua a la fórmula, la proporción recomendada es de 35 ml en lugar de 30 que es lo recomendable por cada medida rasa de leche.

Dar masajes para ayudar a la digestión. La guía infantil recomienda colocar unas cuantas gotas tibias de aceite de almendras dulces en el vientre del bebé y poco a poco, hacer círculos en su pancita. Mueve tus manos de izquierda a derecha. Trata de hacer pequeños círculos donde se encuentra su intestino grueso y colon. Flexiona sus rodillas contra el pecho suavemente y oprimiendo un poco, esto le ayudará a sacar gases y a sentirse mejor.

Si el estreñimiento de tu bebé es frecuente, puedes ayudarlo con leche «anti-estreñimiento»

También puedes darle baños en agua calientita a tibia en una tina pequeña y permitir que su intestino y ano se relajen, mientras el bebé está en la tina, dale masaje a su pancita.

Puedes también ponerle un supositorio de glicerina para que las heces puedan desalojarse con mayor facilidad.

 

Si durante los primeros meses del bebé solo lo alimentas con leche materna, lo más probable es que no padezca grandes problemas de estreñimiento; la c historia se pone más interesante por ahí del cuarto o quinto mes pues es el tiempo en que comenzamos a dar a nuestros hijos otros tipos de alimentos y entonces la cosa cambia radicalmente.

Cuando ese tiempo llega, lo más importante es recordar dar de dos a 3 onzas de agua simple al bebé, nunca agregues azúcar ni ningún tipo de endulzante, eso les cae muy mal, tampoco añadas sal ni ningún tipo de condimento bajo ninguna circunstancia, continúa dándole lecha materna y mantente atenta a las señales de estreñimiento, diarrea o alergias hacia los alimentos que le vas presentando.

Si tienes dudas o el estreñimiento de tu pequeño no cede, acércate cuanto antes a tu pediatra.

Original.

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