El dolor muscular es una de las condiciones médicas más comunes en las personas. Esto suele deberse regularmente a tensión, sobrecarga o una lesión muscular resultado de un esfuerzo físico.
Según explica Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, esto también “puede involucrar ligamentos, tendones y fascias. Estas últimas, son los tejidos blandos que conectan los músculos, huesos y órganos”.
Asimismo, el dolor muscular puede deberse a algunos medicamentos, como aquellos para bajar la presión arterial; dermatomiositis; desequilibrios electrolíticos, como en el caso de poco potasio o calcio; fibromialgia; infecciones como influenza (la gripe); enfermedad de Lyme; malaria; absceso en el músculo; polio; fiebre maculosa de las Montañas Rocosas; triquinosis (áscaris); lupus; polimialgia reumática; polimiositis, o rabdomiólisis.
Otras causas, según Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, son
- Síndrome de fatiga crónica.
- Claudicación.
- Enfermedad del coronavirus (covid-19).
- Distonía.
- Hipotiroidismo (tiroides hipoactiva).
- Calambre muscular.
- Síndrome de dolor miofascial.
- Lesiones por esfuerzo repetitivo.
- Artritis reumatoide (enfermedad inflamatoria de las articulaciones).
- Esguinces.
Para aliviar los síntomas del dolor muscular, según Mejor con salud, existen tres cremas antiinflamatorias para calmar los dolores musculares, que son:
Crema de arcilla y aceites naturales: para esto se requieren 30 gramos de arcilla blanca, otros 30 gramos de aceite de caléndula y la misma cantidad de aceite de lavanda.
Para prepararlo se deben incorporar todos los ingredientes en un recipiente y mezclar hasta obtener una pasta cremosa. Para aplicarla, se debe inicialmente frotar la crema sobre los músculos doloridos, y realizar un suave masaje durante tres o cinco minutos, para después dejar que los ingredientes actuar por 15 minutos y enjuagar.
Crema de cera de abejas, aceite de coco y árnica: se necesitan 45 gramos de cera de abejas, 15 gramos de aceite de coco y 30 gramos de aceite de árnica.
Primero, se pone la cera de abejas en un recipiente resistente al calor y se pone al baño María. Posteriormente, cuando esté bien derretida, reduce el fuego y agrégale el aceite de coco y de árnica.
Para aplicar, se debe tomar la cantidad de crema que se crea necesaria y frotar sobre los músculos que deseas tratar. Posteriormente, se debe dejar actuar sin enjuagar y repetir su uso dos veces al día.
Crema de aceite de coco y árnica: se requieren 60 gramos de aceite de coco y 30 gramos de flores secas de árnica. Para prepararlo, se vierte el aceite en un recipiente resistente al calor y se derrite al baño María y cuando se funda, se agregan las flores y se revuelve por dos minutos.
Para aplicar, se tiene que poner un poco primero, pues en algunas personas causa reacción alérgica. Si no hay problema, se pone y se deja por cinco minutos.