Cómo manejar mejor la discapacidad de un familiar…

Cuando hablamos de percepción nos referimos a la forma en que enfocamos las cosas. Si lográsemos cambiar la forma en que pensamos en relación a un hecho retador en nuestras vidas, este cambio de percepción podría ayudarnos a sentirnos mejor. Asimismo, podría proporcionarnos fuerza para mejorar nuestra vida familiar. Los resultados de diversas investigaciones indican que existe un vínculo entre nuestra percepción sobre los hechos y la forma en que funcionamos.

Algunas formas de percibir los hechos que propician un mejor funcionamiento familiar:

– La visión de que las necesidades especiales de su hijo existen debido a alguna razón o causa específica… El identificar la causa de la minusvalía hace que las personas se sientan con mayor control sobre la situación. Este control les proporciona fortaleza.

Dios tuvo sus razones y él nunca nos manda una carga imposible de llevar.

Bueno, no es mi culpa. Es algo que se transmite a nivel de familia. Otros lo han enfrentado antes que yo y de alguna forma lo manejaron; lo mismo sucederá en mi caso.

Ahora que conozco el diagnóstico de mi hijo, puedo seguir adelante y hacer lo necesario.

– La visión de que uno puede ejercer cierto control en la vida de su hijo especial. Si Ud. opina que puede “hacer algo”, tiene mayores probabilidades de lograr algún cambio. Por eje., puede intentar ganar cierto sentido de control buscando la mayor cantidad de información posible.

Algunas personas se unen como grupo de apoyo y de presión para asegurar que su hijo sea incluido en entornos escolares o para lograr mayores beneficios para sus hijos. El hecho de elegir ser proactivos hace que las personas se sientan mejor en relación a su vida.

No me quedé sentada. Fui a la biblioteca y revisé material bibliográfico…Luego conversé con varios especialistas y comparé la información… Me uní a un grupo de presión que intentaba lograr el mejoramiento de la planta física de nuestro centro asistencial vecinal… Si me quedo de brazos cruzados no logro ayudar a mi hijo ni a mi misma.

– La visión de que su situación, en comparación con la de otros, es ciertamente mejor. Algunos padres comparan su situación con la de otros padres que aparentemente manejan bien su vida. Al hacer esto, se sienten alentados a imitar ese patrón positivo. (Si ellos pueden hacerlo, yo lo lograré también). También puede ser que al hacer la comparación perciban que lo hacen más o menos igual. (Al menos no estamos solos…). Inclusive, si se comparan con personas cuyas vidas parecen más difíciles, pueden llegar a sentirse afortunados por su propia situación, que anteriormente parecía muy difícil. (Pudo haber sido peor). Este punto de vista les hace aceptar mejor su propia circunstancia.

– La visión de que su hijo con necesidades especiales contribuye en forma positiva a su núcleo familiar y a los demás. ¿Ha notado Ud. en ocasiones que alguien lo mira con lástima cuando lo conoce por primera vez? ¿Ha escuchado a alguien decirle Lo siento cuando Ud. le habla de su hijo? Cuando las personas reaccionan así es porque piensan que un hijo con discapacidad es una carga. Sólo ven lo negativo, nunca lo positivo. Sin embargo, muy probablemente su hijo ha enriquecido al núcleo familiar en numerosas formas.

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