15 recetas para que los peques coman verduras

Aunque los valores nutricionales son lo primordial a la hora de alimentar a los niños, la apariencia juega aquí un rol fundamental para que las verduras se vean atractivas. Incorporar frutas y verduras en la comida de los chicos es, muchas veces, una tarea difícil para los padres. La decoración del plato puede ser la solución para que los vegetales dejen de ser enemigos de los pequeños.

Sándwich de verduras con carita divertida
El sándwich es un infalible dentro de las comidas de los chicos. Además de rápido, sencillo y transportable, también puede ser nutritivo. El truco para que no sea sólo un cúmulo de calorías es rellenarlo con las verduras que pueden estar disimuladas entre las rebanadas de pan y presentarlo con una carita sonriente en la tapa superior. Para ello puede usarse tomate, chaucha, zanahoria y hasta aceitunas.

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Casitas de tomate y papa
Las papas no disgustan, en general, a ningún niño. Suele ser una de las verduras menos resistidas entre los pequeños y, por ello, hay que saber aprovecharlas. En este caso, la sugerencia es armar una especie de casa, al estilo aldea de “Los Pitufos”, simulando un hongo. Una papa en la parte inferior y un techo de medio tomate dejan listo para comer el menú del día.

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Palmera de frutas
Un aspecto atractivo puede tener un efecto casi mágico hasta en el niño más difícil. Pocos podrían resistirse a una palmera caribeña de banana y kiwi o manzana verde. Un tronco realizado con el fruto preferido de los monos y hojas formadas con cualquiera que simule la parte verde es, seguramente, un éxito infalible.

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Catarinas de tomate y aceitunas
Catarinas, mariquitas o vaquitas de San Antonio, depende del país de Latinoamérica donde se mire, son unos de los insectos preferidos de los niños. Para aprovechar este favoritismo, puede incluírselos en el menú con ricos y lindos vegetales. Tomates partidos pueden simular el cuerpo del bicho y una aceituna negra, la cabeza. Pueden presentarse directamente en un plato o sobre una galletita, a modo de bocado.

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Ta te ti de tomate y zanahoria
El Ta te ti es uno de los juegos más populares entre los chicos. Aprovechar este atractivo es una gran idea a la hora de cocinar. Se lo puede armar sobre el plato o encima de una rebanada de pan, indistintamente. Las tiras que dividen el juego pueden hacerse con pequeños pedazos de zanahoria o con cualquier verdura cuyo largo lo permita. Las fichas, en forma de cruces o círculos, pueden ser de tomate (cherry o clásico, según se prefiera) o de cualquier vegetal que pueda moldearse a esas formas.

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Pizza de verdura monstruosa
No debe existir sobre la faz de la tierra un chico que se resista a la pizza. Entonces, hay que aprovechar. Sobre el queso, la creatividad puede ser ilimitada y allí vale dibujar o formar lo que se desee. La idea sugerida: un monstruo que, con las verduras que se deseen, seguro se captará la atención infantil. A modo de ejemplo, se aconseja una chaucha como sonrisa, tomates como ojos y la clara del huevo duro para simular grandes y atemorizadores dientes.

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Gusano de tomate, choclo y aceitunas
El tomate sigue como protagonista del menú de aquellos niños que recién comienzan a incorporar vegetales a su dieta. A pesar de su resistencia, difícilmente le digan que no a un atractivo gusano. Cada pedazo de su cuerpo se arma con tomates, aunque también pueden utilizarse papas, zapallitos o cualquier verdura que pueda moldearse redonda. Para darle detalles a la cara pueden elegirse aceitunas y granos de choclo.

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Sandía con anteojos
Una cara simpática armada con diferentes ingredientes puede llamar la atención del niño más reticente a las verduras. Así, una sandía cortada en mitades o cuartos puede convertirse en un divertido rostro. Las partes pueden completarse con pedazos de kiwi, una banana a modo de sonrisa, uvas como nariz y cualquier fruta que convenza al niño.

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Ensalada de sonrisas cherry
Los tomates cherry suelen ser una opción irresistible. Convertir una aburrida ensalada mixta en un alocado rostro de verduras se consigue en unos pocos pasos. Lo puedes lograr con hojas de lechuga cortadas en grandes trozos para lograr un fondo verde uniforme, una sonrisa de pequeños tomates, aretes de cebolla para convertir esta cara en algo femenino y chistoso y ojos de huevo duro.

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Sándwich lechuza con queso, jitomate y pepino
Dos rebanadas de pan lacteado son el escenario perfecto para encerrar o esconder algunos vegetales y darles forma a otros. Con finos trozos de queso, tomate y pepino se puede moldear una bella lechuza que decorará la rapa superior. La feta de queso para el cuerpo, un poco de tomate para los ojos y los pies y pepino a modo de imponentes cejas dan por finalizado el combo.

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Papas fritas Smile
Son cada vez más populares entre los chicos y varias marcas ya las comercializan, con lo cual evitan el paso de moldear el rostro sonriente en la futura papa frita. Este clásico rostro puede llevarse a cabo también en otros vegetales como batatas, zanahorias, pepinos y cualquier verdura que acepte una pequeña incisión para dar vida al añorado Smile.

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Barcos de pepino y zanahoria rellenos
Un pepino cortado en cuartos puede usarse a modo de base para un divertido y nutritivo barco. Se lo ahueca un poco para introducirle relleno, que puede llevar carne, cebolla rehogada o queso, y, desde allí, se clava un palillo a lo alto. Esto servirá para enganchar la vela de la nave, que se realizará con un fino pedazo de zanahoria.

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Cocodrilo de pepino y zanahoria o tomate
Servir un cocodrilo en bandeja puede ser un menú demasiado excéntrico para un niño. Sin embargo, si el animal en cuestión está hecho a base de pepino, la idea ya no es tan impresionante. El vegetal entero sirve para el cuerpo, donde simplemente se calarán en una punta los dientes. Con otros pequeños trozos se harán las cuatro patas. Dentro de la boca, una lengua de tomate o zanahoria. Los ojos, con la verdura que cada cual elija.

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Mariposas de espárrago y zanahoria
Una idea simple y muy sencilla de realizar. Usa un espárrago en el centro para simular el cuerpo y dos láminas de zanahoria a cada lado para armar las alas dan vida a una atractiva mariposa. Un menú nutritivo, rápido y fresco para llamar la atención de los más chicos a la hora de comer.

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Ratones de papa, tomate y rabanito
Una propuesta original y llena de nutrientes es la de ratones de papa. Un cuerpo hecho con el tubérculo se acompaña con pequeñas orejas de rabanito. La cara de este roedor comestible se completa con una nariz de tomate cherry y ojos de pasas de uva. Los bigotes, en tanto, pueden realizarse con cualquier vegetal medianamente rígido cortado en finísimas tiras, que se clavarán a la papa o el tomate.

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