Un joven periodista irlandés con síndrome de Down en la Radio Vaticana

Periodista por dos semanas gracias a un mini-curso de capacitación en el Vaticano. Michael Gannon, joven irlandés con síndrome de Down, siguió un curso de formación de dos semanas en la redacción en lengua inglesa de la Radio Vaticana (del 13 al 24 de enero de 2014). Es la primera experiencia de los cursos de capacitación con personas con síndrome de Down para la emisora vaticana.
«Fue una experiencia importante para nosotros -cuenta Sean Patrick Lovett, responsable de los programas en lengua inglesa- porque nos obligó a ver la realidad a través de una nueva perspectiva; tuvimos que adecuarnos a los ritmos de Michael y vivir las cosas a través de sus ojos, es decir no dar nada por descontado y volver a descubrir la maravilla de las pequeñas cosas, de nuestra vida y de nuestro trabajo cotidiano, que a menudo, en el frenesí de cada día, se nos escapan. Su entusiasmo, su alegría y su curiosidad fue fuente de inspiración para recuperar el mismo espíritu en nuestro trabajo, que a menudo, con el paso del tiempo, se pierde».

La Radio Vaticana también promovió un encuentro entre Michael Gannon y Papa Francisco, que lo recibió en audiencia, para escuchar su experiencia de trabajo. Michael Gannon había sido huésped de la Radio Vaticana en el ámbito del proyecto europeo «Think different. Think Europe», que se llevó a cabo en mayo del año pasado. El proyecto sobre la participación política, cuyo principal impulsor fue la Asociación Italiana de Personas Down (Aipd), incluyó una jornada en la emisora de la Ciudad del Vaticano, en donde los huéspedes con síndrome de Down de diez países europeos fueron entrevistados por las respectivas secciones lingüísticas sobre el significado del proyecto, sobre cómo viven su estatus de ciudadanos europeos y sobre sus expectativas. En este contexto, el joven irlandés pidió la posibilidad de vivir una experiencia laboral en la radio.

Según Anna Contardi, coordinadora de Aipd y quien siguió el curso de capacitación del cocho irlandés, fue un «signo concreto de que el encuentro directo con las personas con síndrome de Down puede derribar muchos prejuicios y permitir descubrir personas que tienen intereses y capacidades diferentes, a menudo más allá de nuestras expectativas».
Fuente: vaticaninsider.lastampa.it

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