El trabajo con niños con síndrome de Down que realiza esta ciudadana residente en Quimbaya la hizo merecedora del segundo lugar en el XXII Premio Comfenalco a la Mujer 2014-2015.
Lucy Amanda Gómez Patiño es una mujer que desde hace 14 años inició una ardua labor por ayudar a su sobrino con síndrome de Down y fue así como llegó a la asociación Seres Maravillosos de Quimbaya en donde continuó esta tarea, no solo por su pariente, sino por aquellos que están en la misma condición que él.
¿Cómo nació la asociación Seres Maravillosos ?
La asociación nació hace 13 años como una iniciativa de María Victoria Giraldo, primera dama de Quimbaya, pues era la esposa de Óscar Arbeláez, alcalde del municipio en ese momento.
Esta mujer quiso crear este organismo para reunir y ayudar niños con discapacidades y fue como empezó a convocar madres que tuvieran hijos en esta condición.
En la asociación trabajamos varias mujeres familiares de los infantes beneficiados y como socias también somos las que hacemos el acompañamiento de todos los niños.
¿Qué la motivó a comenzar esta labor?
Es muy triste decirlo, pero la motivación para pertenecer a este tipo de entidades o de realizar estos trabajos es cuando nos toca. Lo digo porque hace aproximadamente 14 años recibí un sobrino ‘de brazos’ con síndrome de down y vi la necesidad de ellos de tener una buena calidad de vida y esto fue lo que me impulsó a trabajar por estas personas.
¿Podría compartirnos la historia de cómo llegó este familiar a su vida siendo un bebé?
Diego Felipe llegó a mi vida como un regalo, porque mi hermano y su esposa vivían en Doncello, Caquetá, ambos son maestros pero a él le resultó un traslado para el Quindío y ella se quedó y dio a luz allá y los gastos para llevar el niño hasta Florencia para las terapias eran muy altos, pues Florencia queda a más de una hora. Fue por esta razón que la madre decidió enviarlo a estas tierras con mi hermano, ya que quedaba más cerca de una ciudad y tenía más oportunidades y facilidades para los tratamientos y actividades. Cuando el bebé llegó yo estaba incapacitada de mi trabajo como administradora de empresas, porque estaba enferma y cuando lo conocí decidí quedarme en Quimbaya con él y me entregué de lleno a todos sus procesos.
¿Cuánto tiempo lleva realizando esta labor?
Yo podría decir que llevo 14 años, porque a mi sobrino -que ahora tiene 15- lo recibí de 10 meses y desde ese momento comencé una labor muy fuerte con él ya que en ese entonces no existía Seres Maravillosos y todos los días lo llevaba a Armenia a diferentes terapias y a fonoaudilogía, pagando esto de manera particular. Cuando Seres Maravillosos se creó comencé a llevarlo allí y a trabajar con las personas de este lugar.
¿En qué consiste la atención que brindan en Seres Maravillosos?
Lo que hacemos es brindar a estas personas atención psicológica, fonoaudilógica, terapia física, recreación, enseñanzas para que aprendan a convivir socialmente con las demás personas y no tenerlos aislados que eso era lo que no se acostumbraba antes, ya que cuando empezamos esta labor conocimos que algunos menores de edad en esta situación quedaban encerrados en las casas a veces sin comer bien o sin bañarse en todo el día, porque no existía una iniciativa que los ayudara. En los colegios ni siquiera los recibían porque no se aplicaba la educación inclusiva y aunque ahora existe, por lo general estas personas quedan aisladas en el aula de clase.
Tenemos diferentes convenios, por ejemplo con Indeportes, que nos brinda un apoyo con un maestro para que vaya a la asociación y le enseñe a los menores las diferentes actividades deportivas.
Todo esto nos ha dado pie para no quedarnos solo ahí, por lo que comenzamos a buscar espacios para llevar a nuestros niños a concursar en las olimpiadas Fides y este ya es el sexto año que vamos a participar con ellos en este evento. Todo esto lo hacemos gestionando recursos vendiendo empanadas, tamales y haciendo otras actividades.
¿Cómo expresan ellos la felicidad o emoción de estar en una competencia de este tipo?
Es una felicidad muy grande tanto para ellos como para uno, porque así lleguen de último ellos sienten que son ganadores y el solo hecho de pasar la línea de meta les genera una alegría que la reflejan en sus rostros. Ver que sienten de esta manera solo porque la gente los aplaudió es muy gratificante para nosotros que estamos haciendo esta labor.
¿Qué es lo que más le gusta a estos seres maravillosos?
Los niños son felices asistiendo al aula especial en donde se les enseña a fabricar manillas, que después con nuestro apoyo salen a vender en entidades como la alcaldía de Quimbaya y la gobernación del Quindío, recolectando fondos para sus propias actividades como la fiesta de Navidad. Les gusta que los jueves los llevemos a Panaca a terapias con caballos y perros; que el profesor de Indeportes los lleve a la cancha a entrenar o a la piscina que nos facilita Sadequi a practicar natación; son felices asistiendo todos los viernes a ensayar en la chirimía o en danzas y les encanta participar en todo tipo de eventos a los que los invitan, por lo que siempre hacemos los esfuerzos necesarios para llevarlos a las actividades a las que les hacen el llamado.
