De acuerdo con las investigaciones realizadas por los médicos de la Universidad Davis de California, una terapia conductual intensiva en los bebes menores de seis meses ayudaría a que los síntomas tempranos del autismo desaparecieran.
Sin utilizar medicamentos, ni cirugías invasivas, las terapias, a cargo de los propios padres de familia, se basan en el modelo de iniciación temprana de Denver, un tratamiento en el que el juego intensivo e intencional con los menores ayuda a desarrollar las capacidades cognitivas y comunicativas.
Aunque aún se desconoce el alcance de los casos tratados en desde California, las conclusiones más esperanzadoras se centran en el hecho que la progresión del autismo no resultaría inevitable, y que sus síntomas no son del todo biológica o genéticamente predestinados