La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune crónica y progresiva, con evolución a empeoramiento.
Se trata de una enfermedad osteoarticular que afecta a varias articulaciones inflamándolas, provocando dolor y rigidez, como también suele ir acompañada de afectación mental y a veces asocia otros síntomas como fatiga.
En consecuencia, puede provocar incapacidad funcional y limitación de las actividades cotidianas.
Según la evolución de la enfermedad, puede llegar un momento en que nos incapacite para atender los requerimientos de las tareas fundamentales de nuestra profesión habitual o incluso nos imposibilite el desempeño de cualesquiera profesión u oficio por más sedentaria que sea.
En cuyo caso deberá pedir cita a su médico de atención primaria para una posible baja e inicio de proceso de incapacidad temporal.
Si se encuentra en esa situación lo mejor es que consulte a un abogado experto en Seguridad Social de Madrid para que le oriente de cara al posible reconocimiento de una prestación de incapacidad permanente, si procede, en el grado que corresponda y le indique los pasos a seguir.
El avance de la enfermedad se visibilizará a través del número de articulaciones afectadas, la afectación extraarticular, presencia de erosiones, número de brotes e ingresos hospitalarios, tratamientos aplicados, etc. que, sin duda, tendrá reflejo en sus informes de seguimiento del servicio de Reumatología.
Todo ello es revisado, atentamente, por nuestros juzgados y tribunales cuando este tipo de asuntos llegan a la vía judicial.
Vamos a citar algunos ejemplos que sirvan de ilustración.
La Sala de lo Social del TSJ de Cataluña decidió con fecha 22 de noviembre de 2021 reconocer una incapacidad permanente absoluta a una administrativa afecta a artritis reumatoide seropositiva erosiva con gran componente activo, en tratamiento, con afectación predominante en manos y limitada para cualquier tipo de esfuerzo y/o bimanualidad.
La Sala de lo Social del TSJ de Castilla y León decidió con fecha 17 de octubre de 2019 reconocer una incapacidad permanente absoluta por agravación de una total a vendedor de gasolinera por artritis reumatoide cuya afectación de hombros, manos y pies pasa de moderada a importante, con evolución de clínica mental a trastorno depresivo mayor y fibromialgia.
La Sala de lo Social del TSJ de Madrid decidió con fecha 8 de febrero de 2016 denegar la incapacidad permanente a un Oficial de la construcción con artritis reumatoide erosiva y con rigidez en la muñeca izquierda, porque siendo la mano no dominante se puede compensar con la rectora.
La Sala de lo Social del TSJ de Galicia decidió con fecha 1 de octubre de 2021 denegar la incapacidad permanente a camarera de habitaciones con artritis idiopática juvenil, con procesos de reagudización y seguimiento especializado porque al haberse ajustado el tratamiento por Reumatología poco antes de la valoración no se considera una situación previsiblemente definitiva sino pendiente de evaluar la eventual mejora derivada del tratamiento iniciado
Como puede comprobarse a la vista de lo expuesto, la respuesta es casuística, analizando las circunstancias particulares de la persona, alejada de generalizaciones y teorías.
De manera que la mejor forma de encontrar una respuesta adaptada al caso es mostrar y acreditar esas circunstancias concretas que evidencian que la persona se encuentra afecta a una incapacidad permanente, debidamente orientado tanto médica como jurídicamente.
La colaboración en equipo es esencial, empezando por la persona beneficiaria de seguridad social y continuando por los profesionales en quienes depositemos nuestra confianza.
