Los casos van en incremento y es cada vez menor la edad de quienes son diagnosticados con este padecimiento, alertó Mónica Guadalupe Romo Ledezma, oftalmóloga del Hospital General Zona 1 del IMSS en Zacatecas.
Destacó que “aunque éste es un padecimiento hereditario, también es importante considerar nuestros hábitos alimenticios y control de la enfermedad”.
Explicó que la diabetes “principalmente daña la retina, entonces hay una disminución de la agudeza visual en los pacientes.
Hay dos tipos de retinopatía: la no proliferativa, que es la fase temprana, y la proliferativa, cuando los daños y complicaciones pueden ser irreversibles.
La especialista detalló que cuando la retinopatía es proliferativa, hay neovasos “como si fueran varices” y se pueden reventar con cualquier esfuerzo de los pacientes, como un estornudo.
“Esos vasos se revientan y la siguiente complicación es una hemorragia en el vítreo, haciendo que el paciente ya no vea nada y solo exista la posibilidad de corregirlo con una cirugía”, detalló.
Agregó que generalmente los pacientes llegan a consulta por la disminución de su agudeza visual, pero por su padecimiento debieron ser revisados anualmente con un estudio llamado fondo de ojo.
Otro aspecto importante que debe vigilar el paciente es el nivel de glucosa en sangre, afirmó Romo, “la cual no debe de subir más de 200 para que no haya daño en su retina”.
