¿Qué se siente cuando se está a punto de sufrir una embolia?

De acuerdo con información de la enciclopedia médica MedlinePlus, una embolia arterial es definida como un coágulo, también denominado émbolo, que viene de otra parte del cuerpo y causa una interrupción repentina del flujo sanguíneo. Esta obstrucción puede afectar a diferentes órganos o partes del cuerpo.

En ese sentido, el émbolo es un coágulo de sangre o pedazo de placa que termina obstruyendo el flujo natural de la sangre en el organismo. Cuando el coágulo viaja desde el lugar donde se formó a otro lugar en el cuerpo, se denomina embolia, según precisa la fuente consultada.


La embolia arterial, entonces, es causada por uno o más coágulos que pueden taponar las arterias y bloquear el flujo sanguíneo. En consecuencia, los tejidos son privados de sangre y oxígeno, derivando en un daño o la muerte del mismo

Medline Plus anota que, por lo general, los émbolos arteriales se presentan en las piernas y los pies. No obstante, también pueden ocurrir en el cerebro, produciendo un accidente cerebrovascular; o en el corazón, conllevando a un ataque cardíaco. Otras partes del cuerpo menos comunes -pero no imposibles- son los riñones, los intestinos y los ojos.El sistema circulatorio permite el suministro de oxígeno al resto del cuerpo.Un coágulo en el corazón puede derivar en un ataque cardiaco. – Foto: Getty Images/iStockphoto

Síntomas previos y posteriores a una embolia arterial

Aunque algunas personas pueden llegar al punto de sufrir una embolia sin evidenciar síntomas previos, en otros casos se presentan ciertas situaciones que son señal de alerta. Por ejemplo, los síntomas pueden iniciar lenta o rápidamente, en función del tamaño del émbolo y de qué manera esté bloqueando el flujo sanguíneo.

La enciclopedia médica menciona que estos son algunos de los síntomas de una embolia arterial en los brazos y las piernas:

  • Brazos o piernas frías.
  • Disminución o ausencia del pulso en un brazo o una pierna.
  • Falta de movimiento en el brazo o la pierna.
  • Dolor en el área afectada.
  • Entumecimiento y hormigueo en el brazo o la pierna.
  • Brazo o pierna de color pálido (palidez).
  • Debilidad de un brazo o una pierna.

Así mismo, anota cuáles son los síntomas que pueden presentarse luego de haber sufrido una embolia arterial:

  • Ampollas en la piel irrigada por la arteria afectada.
  • Desprendimiento de piel.
  • Erosión cutánea.
  • Muerte tisular (necrosis; piel oscura y dañada).

Para el caso de los coágulos en los órganos, sus síntomas también varían de acuerdo a la parte del cuerpo que esté comprometida. Sin embargo, de manera general, las señales más frecuentes son la sensación de dolor y la disminución temporal de la función del órgano afectado.

La embolia necesita atención médica especializada y oportuna. Por esta razón, ante cualquier señal de alarma o síntoma sospechoso, es imperativo acudir a un profesional de la salud.

Seis signos y síntomas de salud que ninguna persona debe ignorar

Las personas normalmente van al médico o se practican exámenes cuando experimentan síntomas que no son normales o que se manifiestan de forma más intensa o frecuente de lo normal. Dolor de pecho, pérdida repentina de la visión o el habla y dolor estomacal grave hacen que los pacientes recurran al especialista.

Sin embargo, en muchas oportunidades se pasan por alto señales que, aunque pueden ser comunes, cuando se presentan con frecuencia es porque el cuerpo está enviando mensajes a los cuales se les debe prestar atención.

  • Perder peso sin causa aparente: Cuando una persona adelgaza sin proponérselo o de forma involuntaria puede ser signo de un problema médico.
  • Fiebre persistente: Si bien se dice que la fiebre tiene una función fundamental en la lucha contra las infecciones, cuando se presenta de manera recurrente y es elevada. Es importante consultar al médico, pues puede ser un síntoma de enfermedades que pueden ir desde una infección de las vías urinarias hasta una tuberculosis.
  • Falta de aire: La falta de aliento también puede ser un signo de problemas de salud como, por ejemplo, una enfermedad pulmonar obstructiva crónica, bronquitis, asma, neumonía o un coágulo de sangre en el pulmón (embolia pulmonar).
  • Cambios en la personalidad: De acuerdo con los expertos, detrás de esto puede haber diversos problemas como infecciones, deshidratación, mala nutrición, enfermedades mentales o drogas.

  • Sensación de llenura cuando se come poco: Si esto ocurre, es posible que detrás esté una enfermedad por reflujo gastroesofágico, comúnmente conocida como ERGE, y las úlceras pépticas. En algunos casos, un problema más grave, como el cáncer de estómago, podría ser un factor que genere esta situación.
  • Cambios en los hábitos intestinales: Podrían ser signo de una infección bacteriana (como campylobacter o infección por salmonela) o una viral o parasitaria. Otras posibles causas incluyen enfermedad del intestino irritable y cáncer de colon.

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