La definición de nuevas formas de trabajar, el rediseño de los espacios laborales, la adopción de tecnologías disruptivas y el fortalecimiento de las políticas de diversidad e inclusión son parte de las tendencias que ganarán espacio en la gestión de talento este año.
En México, las compañías compiten en un entorno cada vez más complejo, en donde la constante transformación las impulsa a resolver los retos de formas a veces inesperadas y apoyadas de la innovación o disrupción. Si bien es imposible predecir los fenómenos que sucederán en el futuro, pues estamos viviendo situaciones como conflictos bélicos, pandemias, volatilidad económica, cambio climático y crecimiento exponencial en la adopción de tecnologías, vemos ciertas tendencias importantes que redefinirán la forma en que trabajamos en el largo plazo.
Después de la pandemia, el trabajo presencial no volvió a ser el mismo. Actualmente, los esquemas laborales remotos y los modelos híbridos, si bien sientan las bases de las nuevas formas de trabajar, también dejan preguntas al aire sobre qué formato es más rentable para aumentar los niveles de productividad, a la vez que se cuida el desarrollo profesional y el bienestar de los colaboradores. En este sentido y derivado del entendimiento de las necesidades del mercado, detectamos algunas acciones que estarán presentes en el ámbito laboral para 2023, siendo el diseño de instalaciones con un aspecto diferenciador una de ellas.
Hace algunos años vimos cómo empresas tecnológicas sentaban el precedente en términos de nuevos espacios para los colaboradores. Hoy las tendencias se mueven hacía esos diseños que promuevan la generación de conexiones, que soporten una estrategia de ESG, pero también, que potencializan la creatividad e incorporen actividades de bienestar (wellbeing) para motivar a su capital humano.
Por tanto, este 2023 las empresas definirán nuevos pilares de productividad con compensaciones y proporcionarán espacios agradables para motivar a su capital humano a asistir a sus oficinas, al menos, un par de días a la semana.
Otro aspecto fundamental que determinará el futuro del trabajo será la reinvención. De acuerdo con datos de la Global CEO Survey 2023 de PwC, 39% de los ejecutivos considera que su empresa no será sostenible en los próximos diez años si continúa operando como lo hace hoy en día.
Esto responde a varios factores: la creciente adopción tecnológica, la demanda de nuevos servicios y la necesidad de ofrecer un valor diferenciado y mantener la competitividad. Por consiguiente, este año veremos que las empresas invertirán en capacitar al talento para desarrollar habilidades digitales e innovar sus modelos de negocio.
De hecho, el tema de la innovación y disrupción serán fundamentales en los próximos meses. Actualmente la mayoría de las compañías se encuentra en proceso de adoptar las tecnologías de Inteligencia Artificial (IA), de automatización robótica de los procesos (RPA, por sus siglas en inglés), blockchain, metaverso, entre otras, con el objetivo de hacer más eficientes sus procesos productivos y operacionales.
Sumado a esto, consideramos que la incorporación de IA fomentará el crecimiento económico de manera significativa. Con base en un análisis realizado por la firma, para 2030 esta tecnología proporcionará un incremento del PIB de aproximadamente 26% en cada país.
Cabe mencionar que la introducción de IA requiere también de un capital humano más especializado. Las empresas deben de establecer nuevos programas de capacitación para que sus empleados cuenten con las habilidades para manejar la IA y otras nuevas tecnologías como la computación de la nube y el metaverso con el propósito de generar más valor a las empresas.
Los datos son claros, hoy el 55% de las empresas están capacitando a su talento para atender la escasez de mano de obra y desarrollar nuevas habilidades para seguir siendo competentes y competitivos en el futuro. Un ejemplo inmediato de lo anterior es la necesidad de contratar talento mexicano para capitalizar los beneficios que genera el nearshoring en el país.
Asimismo, este año veremos a las compañías dar los primeros pasos para operar desde el metaverso. Esta innovación revolucionará tanto los espacios de trabajo como las experiencias de los consumidores. En otras palabras, la digitalización de las empresas deberá orientarse a dos canales: el de su capital humano, para optimizar los modelos de trabajo, y el de sus clientes al incursionar en el comercio electrónico dentro del metaverso.
Otro tema para poner foco será la contribución a los objetivos ESG, en los cuales el promover la Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI) en las empresas tendrá un rol importante. Esto se debe a que las nuevas generaciones no sólo buscan condiciones laborales más flexibles, sino también demandan la creación de espacios seguros para que las personas desarrollen su mejor versión sin importar cuestiones de género, orientación sexual, origen étnico y edad.
Si bien el futuro del mundo siempre será cambiante, en el ámbito laboral podemos identificar tendencias a largo plazo que revolucionarán la forma en que trabajamos. Por un lado, la digitalización de los espacios de trabajo que comenzó con la pandemia se verá reforzada con el metaverso y, por otro, la IA y la automatización cambiarán significativamente la forma en la que las empresas operan. Sumado a esto, la atención del cumplimiento de los objetivos ESG, en especial la parte “social” –la S de la sigla–, también será un factor clave en esta transformación.
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