Si existe una batalla en cada familia con infantes es la de hacerlos ir a la cama temprano. No hay hogar ni hay situación que más desespere a los padres de niños en edad escolar, y esto puede ser incluso un inconveniente fuerte para la relación de pareja.
Dormir es de suma importancia y beneficio para los niños en edad escolar, ya que durante el sueño muchos procesos cerebrales se consolidan, el cuerpo además aprovecha estas horas de reposo para desarrollarse, sanarse y crecer, además que si los niños no duermen de manera adecuada, su rendimiento escolar no será el conveniente.
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1. Evitar que se alboroten después de las tareas escolares
En esto los padres tienen algo de culpa. No lo tomen a mal pero se ha convertido en costumbre casi de todo hogar con niños en edad escolar permitirles que vean televisión, jueguen con vídeo juegos y consuman muchos dulces o bebidas azucaradas hasta después de las 6 de la tarde.
¿Qué niño que haya pasado toda la tarde haciendo cualquiera de esas actividades tendrá su cerebro relajado para poder ir a dormir a tiempo? Casi ninguno.
No es que sea necesario sacar esas actividades de la vida de los niños, solo que los horarios deberían ser regulados por los responsables de los niños; es decir, si antes solían jugar vídeos hasta las 7 de la noche y la hora de ir a dormir estimada por los padres es a las 8 o 9 de la noche, pues lo más benéfico para el niño es que deje de hacerlo antes de las 7 y en ese tiempo, se tome un reposo, tome una ducha de agua tibia, coma una cena adecuada para su edad y lea o le lean un poco para que se relaje y así pueda dormir a lo largo de toda la noche.
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2. El ejercicio como método relajante
Todos saben que los niños son pequeñas máquinas de energía inagotable y eso es algo que se puede usar a favor de unas buenas horas de descanso nocturno.
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3. Ir a la cama temprano jamás debe ser un castigo
Muchos padres usan esa «técnica» para intentar corregir un mal hábito en sus hijos. Grave error, ya que el niño asociará su lecho de descanso con un castigo y cada que le envíen a dormir lo verá como un castigo.
Hay otras maneras de reprenderlo, la habitación y su cama deben ser lugares «sagrados» para el niño y por lo tanto deben estar ligados a estímulos positivos que les impulsen a ver su aposento como un recinto de paz y descanso.
Existen muchas otras formas de hacer que los niños vayan a dormir a tiempo a sus cuartos, solo trata de mantener una rutina e higiene del sueño sana y libre de situaciones que alteren a tu hijito y te aseguro que la paz en el hogar va a reinar.