Las fiestas decembrinas pueden ser relacionadas para muchas personas como una época de ilusión, encuentros, risas y esperanza, pero para otros es un periodo difícil en el que surgen o aumentan los sentimientos de soledad, melancolía y aislamiento. Esto se conoce comúnmente como ‘Depresión Navideña’ y afecta a más personas de las que se cree.
La psicóloga clínica Estefanía Coímbra explica que la depresión navideña como trastorno en sí no existe; sin embargo, reconoce que esta época puede activar un estado interno en las personas que invita a transitar emociones más difíciles por ciertas situaciones ligadas a la fecha.
Repasar cómo ha estado nuestra vida durante el recorrido del año y ver que no hemos cumplido ciertas metas, asimilar pérdidas de familiares con los que solíamos pasar estas fechas, conflictos irresueltos con familiares y amistades con las que tenemos compromisos que nos vemos obligados a asistir, tener expectativas muy altas y distantes a nuestra realidad, compararnos constantemente con otras familias que vemos en redes sociales y ver la compra de regalos como una competencia y no como una muestra de cariño son algunos de los detonantes que la experta señala para llegar a un desgaste mental y sentir ansiedad excesiva y estrés en estas fechas.about:blank
“Es importante notar que la Navidad no es sinónimo de tristeza o alegría, la Navidad es una celebración que se realiza tradicionalmente con familia, pero también se puede optar por pasarla con amigos o con personas con las que nos sintamos cómodas. Se necesita hacer una pausa para notar qué es lo que nos afecta y poder elegir a qué lugares acudir en estas fiestas. Es una oportunidad para que identifiquemos qué es importante en nuestra vida y nos acerquemos a eso”, recomienda Coímbra.
Para la especialista, el saber que las fechas no son perfectas y elegir priorizar nuestra salud mental son aspectos vitales para considerar en esta época del año. Además de bajar las expectativas, evitar comparaciones, tener en claro que las redes sociales no muestran la vida real y dedicarse momentos para conocer cuáles son los motivos que nos agobian.
“Es importante hacer una pausa, detenernos durante el día para evitar entrar en este piloto automático de fin de año que nos va a envolver más en este estado que nos jala hacia abajo. Entender y poder identificar cómo me siento, cuando hago esto es importante no juzgarme, no decir: ‘no me debería sentir así’, mirarnos desde un lugar de compasión, poder preguntarnos qué necesitamos en este momento y en esas respuestas vamos a poder tener el camino de cómo desde lo individual poner la atención en las cosas que están en nuestras manos para llevar de mejor manera estas fechas”, agregó.about:blank
No obstante, afirma que cuando la persona cree que ha agotado todos los recursos para sobrellevar esta situación y aún así se siente atrapada o arrebatada por las emociones, es importante buscar ayuda profesional para analizar otras perspectivas desde un lugar de calma y serenidad.
¿Y si el sentimiento sigue después de las fiestas?about:blank
El psicólogo terapeuta Eduardo Cabrera explica que, si una persona padece depresión, el sentimiento permanecerá, aunque pasen las fiestas, y seguramente ya lo traía desde tiempo atrás, pero la época quizá ayudó a que su entorno se dé cuenta de que algo no andaba bien.
“Si el paciente es depresivo, no es que va a cambiar por la época del año, sino que lo que pasa es que en este periodo de interacción se genera mayor estrés y ansiedad. En cambio, las personas que no tienen depresión, pero a fin de año tienen un sentimiento de melancolía y tristeza, eso pasará inmediatamente terminen las fiestas”, aclaró Cabrera.
Enfatizó que, si el paciente es depresivo o está atravesando un problema de salud mental, lo primero que debe hacer es buscar ayuda especializada y tratar de ayudar este proceso con un espacio de interacción con familia o amigos.
“El hecho de tener una charla con alguien cercano hace que uno esté distrayéndose porque está ocupando su tiempo en algo productivo, pero lo primordial es acudir con el psicólogo clínico o el psiquiatra”, sostuvo.
Algunas de las señales que ayudan a identificar cuando una persona está pasando por un proceso peligroso y necesita ayuda, según Cabrera, son: cuando menciona frases como “seguro van a estar mejor sin mí” o “ya no voy a ser una carga”, cuando no tienen visión a futuro, cuando se aíslan y cuando descuidan su aspecto físico.
