Seguimos con los consejos para prevenir los defectos congénitos, estos para tener en cuenta durante el período de gestación:
Consultar con el médico inmediatamente cada vez que haya fiebre. Esta puede perjudicar el desarrollo del feto.
Evitar el contacto con productos tóxicos, tanto en el trabajo como en el hogar (por ejemplo, pinturas) y el almacenaje de éstos sin las debidas medidas de seguridad porque pueden ser teratogénicos, es decir, producir malformaciones en el feto.
Extremar la higiene del entorno, de los alimentos y, por supuesto, la personal.
Evitar el contacto con los animales que carezcan de control sanitario. No olvidar que algunos pueden transmitir ciertas enfermedades (como la toxoplasmosis) que conllevan un riesgo para el feto.
Cumplir todos los controles ginecológicos rutinarios del embarazo y mantener una estrecha comunicación con el médico, consultándole cualquier problema, por pequeño que parezca. Propiciar un ambiente familiar agradable. No automedicarse. En caso de que el médico haya prescripto un tratamiento, no variarlo.
Abstenerse de tomar alcohol o drogas. Suprimir el tabaco. No abusar del café.
No ingerir carnes crudas o poco cocidas. El hígado es un alimento muy rico en vitamina A, un nutriente que, tomado en exceso durante el embarazo, podría resultar teratogénico. Por esta razón, y porque puede contener restos de sustancias tóxicas que el animal ha ingerido, se recomienda reducir su consumo al mínimo.
