Según la Asociación Estadounidense de Medicina Veterinaria, desde agosto pasado se han registrado más de 200 casos en cuatro estados (Oregón, Rhode Island, Colorado y Massachusetts) de una enfermedad canina no identificada. La doctora Lindsey Ganzer, directora del Centro de Referencia Veterinaria de North Springs y una de las principales alertadoras, ha tratado 35 casos en las primeras tres semanas de noviembre. Aunque podría haber más casos no detectados, los síntomas son similares a la ‘tos de las perreras’, pero esta nueva enfermedad deriva en cuadros clínicos más graves que suelen requerir hospitalización. Los síntomas incluyen tos, fatiga, pérdida de apetito y fiebre, afectando especialmente a perros de edad avanzada o con problemas de salud previos, concentrándose la mortalidad en este grupo.
La investigación liderada por la doctora Lindsey Ganzer y sus colegas está en una fase inicial, pero ya han notado un dato relevante: todos los perros afectados habían estado recientemente en guarderías u hoteles para perros. Aunque se sugiere mantener la calma, se alienta a los propietarios a buscar alternativas de alojamiento para sus mascotas si planean vacaciones o viajes largos.
En caso de sospechas de la enfermedad, que comparte similitudes con la tos de las perreras y puede durar entre una y tres semanas con posibles complicaciones como la neumonía, se aconseja visitar a un veterinario para realizar pruebas adecuadas. Actualmente, no existe un tratamiento específico para la enfermedad, y aunque hay dudas sobre su origen bacteriano o viral, la mayoría de los veterinarios sugiere la segunda opción, ya que los perros tratados con antibióticos no han respondido positivamente. Se recomienda a los propietarios aislar a sus mascotas en casa y evitar el contacto con otros perros hasta que superen los síntomas.
Equipo T2S1.