Ocho Globos

Ocho globos que nadie compraba,
se soltaron una tarde.
Ocho globos con sus cuerdas al vuelo,
libres para hacer lo que quisieran.

Uno boló para tocar el sol-POP!
Uno pensó que las autopistas serían divertidas—POP!
Uno tomó una siesta en una pila de cáctus—POP!
Uno se quedó con un niño descuidado—POP!
Uno intentó saborear un poco de jamón friéndose—POP!
Uno se enamoró de un puercoespín—POP!
Uno se acercó mucho para ver la boca de un cocodrilo—POP!
Uno se sentó hasta que el aire se le acabó—WHOOSH!
Ocho globos que nadie compraba—Se soltaron y volaron,
libres para flotar y libres para volar…
Y libres para estallar donde quisieran.

Shel Silvertstein

Fuente

 

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