Seis niños diagnosticados con sindrome de Down, parálisis cerebral o problemas de visión. Esos son los modelos con los que la firma River Island ha querido celebrar su 30 aniversario. En concreto, para su campaña para primavera-verano.
River Island ha querido, según indicaba un portavoz de la marca de ropa, «celebrar la individualidad». Y que mejor para ellos que estos chicos y chicas de entre tres y 10 años con diferentes discapacidades, como el que ilustra este artículo: Terry Berriman. Otra de las modelos es Lois Groom, que nació en 2008 con el síndrome de deleción 18q, una afección poco común que afecta a uno de cada 40.000 niños. A consecuencia de ello, esta niña de 10 años nació sorda. Y también tiene problemas de movilidad y dificultades de aprender, el oído lo ha recuperado parcialmente gracias a unos implantes auditivos.
Todos ellos comparten «su deseo de divertirse, como puede verse a través de sus personalidades únicas», aseguran desde la firma. «Celebrando las diferencias que los hacen únicos. Nuestras personas favoritas están aquí con un mensaje muy importante: la etiquetas son para la ropa, no para los niños. Conoce a las caras y a las (enormes) personalidades», puede leerse en el perfil que River Island tiene en Instagram.
El casting ha sido realizado por Zebedee Management, una agencia especializada en trabajar con modelos con discapacidad, con el objetivo último de que las campañas publicitarias sean un reflejo de la sociedad diversa en la que vivimos. Y los niños, a su vez, pueden hacer cosas cosas normales como el resto de niños de su edad.
