Niños con discapacidad y violencia intrafamiliar

Los niños son vulnerables, no tienen cómo defenderse. Y las secuelas negativas y a todo nivel pueden ser de una magnitud insospechada.

La violencia intrafamiliar, y en específico la violencia hacia los niños y niñas, es un problema que se presenta como transversal en nuestra sociedad. Existen diversas campañas en todo el mundo, incluyendo Chile, que buscan generar conciencia sobre ésta problemática, y así reducir las cifras al respecto.

Y es que los niños son vulnerables, no tienen cómo defenderse. Y las secuelas negativas y a todo nivel pueden ser de una magnitud insospechada.

Cabe cuestionarse entonces si hay alguna diferencia entre la violencia que sufren los niños sin alguna discapacidad con respecto a aquellos que si tienen. Ambos grupos son frágiles, porque son niños, pero se podría comprender que los niños con discapacidad son un tanto más vulnerables, considerando que podrían tener restricción en su participación o dificultades para desempeñarse y efectuar diversas actividades.

Lamentablemente hay una diferencia abrumadora. Según una revisión encargada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y publicada en la revista médica The Lancer, en Julio del presente año, los niños con discapacidad son víctimas de alguna forma de violencia con una frecuencia casi cuatro veces mayor en comparación a los niños que no tienen discapacidad.
Ésta misma revisión además arroja como resultado que los niños y niñas con discapacidad son víctimas de violencia física con una frecuencia 3,6 veces mayor y de violencia sexual con una frecuencia 2,9 veces mayor.



Dentro de los tipos de discapacidad, aquellos niños con Discapacidad mental de causa intelectual son los más afectados, ya que sufren violencia sexual con una frecuencia 4,6 veces mayor con respecto a los infantes sin discapacidad.

Los factores de riesgo que llevarían a que la frecuencia de violencia sea mayor en el caso de los niños con discapacidad serían, de acuerdo a la revisión, el estigma social, la discriminación, y la ignorancia sobre la discapacidad. Se suman a estos factores, la falta de apoyo que tienen los cuidadores (como padres y familiares, o tutores) de los niños con discapacidad.

Que importante es entonces “informarse”; ya hay varios artículos en éste mismo canal que abogan por crear mayor conciencia y empatía hacia las personas en situación de Discapacidad. Ahora se suma a estos objetivos el promover la prevención de la violencia hacia las personas más indefensas, que requieren protección, y no que se aprovechen de sus debilidades.

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