Nadie se dio cuenta que era autista: La invisibilidad del autismo en adultos

El autismo es un trastorno del neurodesarrollo que afecta la manera en que una persona se comunica, interactúa y percibe el mundo. Si bien el diagnóstico en niños se ha vuelto más común en las últimas décadas, hay una situación que pasa desapercibida en muchas ocasiones: el autismo en adultos, especialmente aquellos que no fueron diagnosticados en su infancia. La frase «nadie se dio cuenta que era autista» refleja una experiencia compartida por muchas personas que han vivido toda su vida sin saber que su manera única de procesar el mundo tiene un nombre.

En este artículo, exploraremos la invisibilidad del autismo en adultos, las razones por las que muchos no son diagnosticados, y cómo el autismo puede manifestarse de manera diferente en las personas, especialmente cuando se trata de adultos que han aprendido a adaptarse a su entorno sin recibir un diagnóstico formal.

El autismo no siempre es visible

Cuando pensamos en el autismo, a menudo lo asociamos con comportamientos evidentes, como la dificultad para hacer contacto visual, el hablar de manera monotónica o las reacciones extremas ante cambios en la rutina. Sin embargo, el espectro autista es amplio y abarca una variedad de características que pueden ser más sutiles, especialmente en personas que tienen un alto funcionamiento o que han aprendido a camuflar sus dificultades.

Es común que las personas con autismo, especialmente en su versión más leve o en su forma no tan evidente, desarrollen estrategias para adaptarse al mundo que las rodea. Esto puede incluir evitar situaciones sociales, mimetizar el comportamiento de otros o, incluso, aprender a responder de manera más «normal» a interacciones, aunque internamente se sientan abrumadas o confundidas. Como resultado, es posible que nunca se diagnostique a una persona autista, ya que sus signos pueden ser fácilmente ignorados o atribuidos a otras causas, como la timidez, la introversión o la ansiedad social.

La falta de conocimiento sobre el autismo en adultos

Históricamente, el autismo se ha asociado más con los niños y, en particular, con los niños con discapacidades más evidentes o graves. Durante mucho tiempo, se pensó que los adultos autistas no podían llevar una vida independiente o funcional, lo que llevó a que muchos de ellos pasaran desapercibidos y no recibieran la ayuda que necesitaban.

Además, las mujeres, en particular, han sido diagnosticadas con menos frecuencia que los hombres, debido a que los síntomas del autismo pueden manifestarse de manera diferente en ellas. Las mujeres suelen ser más capaces de camuflar sus dificultades sociales y de comportamiento, lo que puede hacer que su autismo sea aún más difícil de identificar. Esta brecha en el diagnóstico ha contribuido a la invisibilidad del autismo en las mujeres adultas, y muchas de ellas pueden pasar toda su vida sin saber que son autistas.

Otro factor que contribuye a la falta de diagnóstico es la tendencia a malinterpretar los síntomas. La ansiedad, la depresión y otros trastornos de salud mental a menudo coexisten con el autismo, lo que puede hacer que el diagnóstico se enfoque en los síntomas emocionales o psicológicos, en lugar de en el trastorno neuropsiquiátrico subyacente. Esto puede hacer que el autismo pase desapercibido durante años, ya que se le da más importancia a las comorbilidades que a la causa raíz del comportamiento.

El proceso de autodiagnóstico

Para muchas personas que han pasado gran parte de su vida sin un diagnóstico formal, el momento de descubrir que son autistas puede ser una experiencia reveladora. Puede ocurrir al leer sobre el autismo, al conocer a otras personas autistas o al experimentar la validación de sus propias experiencias al ver sus síntomas reflejados en otras personas.

Sin embargo, este proceso de autodiagnóstico no siempre es sencillo. Muchas personas pueden sentirse inseguras o confundidas, ya que el autismo es un espectro, lo que significa que no todas las personas autistas tienen las mismas experiencias o síntomas. En algunos casos, el autodiagnóstico puede llevar a sentimientos de alivio y comprensión, pero también puede generar dudas o incluso un sentimiento de aislamiento, ya que la persona puede sentir que no encaja completamente en las expectativas sociales del «autismo».

Es importante tener en cuenta que, aunque el autodiagnóstico puede ser un primer paso importante, lo ideal es buscar la ayuda de un profesional de la salud mental o un especialista en autismo que pueda realizar una evaluación exhaustiva y proporcionar un diagnóstico formal.

Las ventajas de recibir un diagnóstico tardío

Aunque el hecho de no ser diagnosticado hasta la adultez puede generar cierta frustración, también existen muchas ventajas al recibir el diagnóstico de autismo en una etapa posterior de la vida. El diagnóstico puede ofrecer una comprensión más profunda de los desafíos que enfrenta una persona y proporcionar acceso a recursos y apoyos específicos para autistas adultos. Además, muchas personas informan que el diagnóstico les permite entender y aceptar sus propias diferencias, lo que puede mejorar su bienestar emocional y social.

Conocer la causa subyacente de las dificultades puede abrir la puerta a terapias, apoyos educativos y profesionales, y una mejor adaptación a las interacciones sociales y laborales. También puede aliviar la carga emocional que conlleva no saber por qué se sienten «diferentes», ayudándoles a poner nombre a sus experiencias y a dejar de culparse por no ajustarse a las expectativas de los demás.

Cómo se manifiesta el autismo en los adultos no diagnosticados

Aunque los síntomas varían ampliamente, algunos de los aspectos más comunes del autismo en adultos no diagnosticados incluyen:

  1. Dificultades en la interacción social: Las personas autistas pueden tener dificultades para entender las normas sociales, leer las señales no verbales o participar en conversaciones informales. Esto puede llevar a la incomodidad en situaciones sociales, aunque la persona desee participar y conectarse.
  2. Rituales y rutinas: Las personas con autismo a menudo se benefician de la estructura y la previsibilidad. Cambios inesperados en la rutina diaria pueden ser especialmente desafiantes y generar ansiedad o estrés.
  3. Sensibilidad sensorial: Los estímulos sensoriales, como luces brillantes, ruidos fuertes o texturas específicas, pueden ser abrumadores para algunas personas autistas. Pueden intentar evitar ciertos entornos o actividades debido a esta sensibilidad.
  4. Intereses intensos y habilidades especiales: Muchas personas autistas desarrollan intereses o habilidades muy específicas y apasionadas, que pueden ser malinterpretados por otros como obsesiones o peculiaridades, pero en realidad son una forma de expresión y enfoque.

El autismo en adultos no diagnosticados es una realidad mucho más común de lo que parece. A menudo, las personas autistas desarrollan estrategias para adaptarse a un mundo que no siempre comprende su forma única de ser, lo que puede hacer que pasen desapercibidos durante años. Recibir un diagnóstico tardío puede ser un alivio y una forma de comprenderse mejor a uno mismo, pero también puede traer consigo desafíos. Afortunadamente, con el reconocimiento de la neurodiversidad y el acceso a recursos adecuados, las personas autistas pueden aprender a vivir una vida plena y satisfactoria.

Equipo T2S1.

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