Irenie Ekkeshi tenía 12 años cuando dejó de usar anteojos y pasó a usar lentes de contacto. Fue una decisión que, combinada con mala suerte y falta de información, finalmente la hizo perder la vista en su ojo derecho años más tarde.
Cuando Ekkeshi despertó con las lágrimas que fluían de su ojo derecho en 2011, ella no le dio demasiada importancia. Ella fue a una farmacia y compró unas gotas para su ojo asumiendo que cualquier infección que tuviera se iría ido en algunos días, según un artículo de BBC.
Pero cuando la infección empeoró y el ojo de Ekkeshi se volvió sensible a la luz, fue a ver a un médico para ver qué pasaba realmente.
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El diagnóstico fue Acanthamoeba Keratitis (AK), y la causa potencial fue chocante
El microorganismo que causa AK se encuentra comúnmente en el agua: agua del grifo, agua de mar y piscinas.
Aunque su infección era rara, era muy grave.
«Me sentí muy sorprendida y asustada, ya que entonces había perdido la visión en mi ojo derecho», dijo Ekkeshi a la BBC. «Era como mirar a través de un espejo de baño cubierto por el vapor, podía ver colores y formas, pero no mucho más».
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Ella nunca había sido advertida del peligro del agua en los lentes de contacto
Ekkeshi estaba usando lentes desechables diariamente, que muchos médicos recomiendan, ya que hay menos riesgo de que se acumulen bacterias en ellos. No había ido a nadar o a ducharse con ellos, pero rápidamente aprendió que incluso lavarse las manos sin secarlas por completo puede poner a alguien en riesgo de tener AK.
Su infección causó dolor «insoportable», tanto que tuvo que dejar su trabajo. Los médicos tardaron meses en controlar la infección. En ese momento, la córnea de Ekkeshi estaba cicatrizada.
Desde ese momento, Ekkeshi ha sufrido dos trasplantes de córnea en su ojo derecho. Desafortunadamente, las cosas no salieron bien con ninguno de los trasplantes, y Ekkeshi perdió por completo la visión en ese ojo.
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Sensibilización
Han pasado seis años desde que comenzó la infección de Ekkeshi. Según la BBC, los médicos dicen que es poco probable que alguna vez recupere la visión en su ojo derecho, al que ahora se también se la cae el párpado..
Y aunque la discapacidad visual ha sido una transición difícil para Ekkeshi, ella está decidida a aumentar la conciencia acerca de este tema.
Mientras ella estaba luchando contra su infección, Ekkeshi se dio cuenta de que ninguna de sus amigos y familiares que también usan lentes de contacto eran conscientes del peligro potencial que el agua tiene para sus usuarios. Se puso en contacto con la British Contact Lens Association (BCLA) y preguntó por qué las cajas de lentes no tenían etiquetas con esa advertencia.
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No había espacio para la advertencia en la caja
El BCLA le dijo a Ekkeshi que no había espacio para la advertencia en la caja, por lo que Ekkeshi tomó el asunto en sus propias manos y creó el sello ella misma. El logotipo muestra un símbolo «Sin Agua».
«En ese momento, la industria se dio cuenta de que era serio y se mostraron solidarios, producimos estas etiquetas sin agua que los ópticos podrían pegar en cajas», dijo a la BBC.
Su campaña se ha extendido a los Estados Unidos, y su objetivo es tener el gráfico «Sin agua» en todas las cajas de lentes.
El simple mensaje que Ekkeshi está tratando de compartir con cada usuario de lentes de contacto es que nunca permitan que los lentes entren en contacto con el agua. Ella espera poder salvar a cualquier persona como ella de los efectos devastadores que ha experimentado de una simple infección.
Además del agua, hay varias otras cosas que todo usuario de contacto necesita tener cuidado.
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Nunca, nunca haga estas cosas con sus contactos:
De acuerdo con Blaine Eye Clinic, nunca debe reutilizar la solución de contacto, dejar el estuche de los contacto mojados, ponerse sus contactos sin lavarse las manos o descuidar el lavado de su estuche. El mismo debe ser lavado una vez por semana.
