El Museo Van Gogh en Ámsterdam ha anunciado que su versión de los Girasoles de Vincent Van Gogh ya no podrá viajar. El motivo: los trabajos de restauración han encontrado que es demasiado “frágil” para ser transportada.
Según la agencia France-Presse, los expertos en arte son contundentes. Ellos temen que las obras de arte, de 130 años de edad, se ‘marchiten’ si no se “quedan en casa en Ámsterdam”. El proyecto de restauración ya había demostrado eso con anterioridad.
“Una conclusión importante de la investigación es que las capas de tierra y pintura son estables, pero muy sensibles a las vibraciones y los cambios en la humedad y temperatura del aire”, dijo Axel Rueger, director del Museo Van Gogh. La institución lo ha considerado “estable pero frágil”.
“Por lo tanto, es importante que la pintura se mueva lo menos posible y en un clima estable”, agregó Rueger. “Para evitar correr riesgos, el museo ha decidido que ya no será posible dejar que viajen los Girasoles”.
Sólo 5 ejemplares
El museo de Ámsterdam es uno de los cinco en el mundo que posee esta pintura, la cual sólo se prestó seis veces desde la creación del edificio en 1973. La última vez que se prestó fue en 2014 a la National Gallery de Londres.
Las otras copias se pueden encontrar en el Museo de Arte de Filadelfia, en el Neue Pinakothek, en Munich, y el Museo de Arte Seiji Togo Memorial Sompo Japan Nipponkoa, en Tokio.
Imagen del Museo Van Gogh, Ámsterdam, vía Google Arts and Culture (dominio público)
En 1987, el cuadro alojado en Tokio poseía el récord de la obra de arte más cara del mundo y se había vendido a una compañía japonesa por 40 mdd. Su estado fue efímero, ya que fue sucedido por Iris de Van Gogh sólo unos meses después.
La versión de Girasoles del Museo Van Gogh se exhibirá nuevamente en febrero. Cualquier persona que desee disfrutar y estudiar la obra maestra en detalle puede visitarla en el museo virtual de Google, donde se ha digitalizado una copia de alta resolución.
