Hace más el que quiere,  que el que puede.

Tener un trabajo honrado es una de las mayores bendiciones que puede tener un ser humano, pues mediante este ganamos el sustento y el de nuestras familias. Además de eso, esta la satisfacción personal de saber que hemos logrado independencia y que de alguna u otra forma estamos contribuyendo al funcionamiento de nuestra sociedad, que es como una gran reloj donde cada uno de nosotros es un engrane.

Para hacer un buen trabajo y para lograr el éxito en todos los aspectos de la vida, es necesario tener una actitud de constancia. Aquí entra también el valor de la perseverancia y de la confianza en uno mismo.

Ser constante se refiere a ser firmes y seguros a la hora de querer lograr ciertos objetivos. Este valor nos enseña a que no siempre las cosas nos van a salir al primer intento, pero que eso no debe ser motivo para desalentarnos, al contrario, es una invitación a ponerle mas ganas a todo lo que hacemos para obtener un resultado que nos satisfaga. En este sentido, debemos recordar que hay tiempo para todo, para la diversión, para el descanso o para el ocio, pero siempre debemos poner como prioridad nuestras responsabilidades; hay un dicho popular que dice: «primero lo que mantiene y después lo que entretiene», es decir, debemos ser constantes en el trabajo y alegrarnos todos los días por tenerlo, ya que si no tuviéramos empleo ¿de que viviríamos?

Recuerde también que nada en esta vida  es imposible, si ponemos amor dedicación a lo que hacemos, podemos alcanzar nuestras metas, concentrar nuestros proyectos y salir de cualquier problema.