Dicen que la muerte se ha olvidado del señor Mbah Gotho. Comentan también que los registros oficiales son auténticos, y que este anciano tiene nada más y nada menos que 145 años.
Cuesta creerlo. No obstante, y pesar de estar acostumbrados a leer los testimonios de personas que cruzan la barrera del siglo de edad, nunca habíamos conocido un caso semejante.
Ahora bien, hay un detalle que no nos pasa inadvertido: el señor Gotho no desea vivir más. Según sus propias palabras “espero la muerte sin miedo y de forma tranquila, aunque parece que me quiera evitar”.
Muchos ansían conocer el secreto de su longevidad; la respuesta que el propio protagonista nos revela es verdaderamente hermosa.
Te la explicamos a continuación.
El secreto de la longevidad del señor Mbah Gotho
Mbah Gotho nació el 31 de diciembre de 1870. Así lo acredita su documento de identidad e incluso los registros oficiales de la isla de Java, donde reside y donde vino al mundo hace ya 145 años.
De ser cierto estaríamos, sin duda, ante la persona más anciana jamás conocida. Hasta el momento el récord lo tiene Jeanne Calment (1875-1997), una dama francesa que falleció a los 122 años de edad.
Ahora bien, es muy posible que te preguntes por qué el señor Mbah Gotho no está dentro del Libro Guinness de los Récords.
La respuesta es sencilla:
- Todos los datos oficiales que disponemos sobre la fecha de nacimiento del señor Gotho están en la isla de Java.
- Para entrar en el Libro Guinness se necesita de un tercera fuente de verificación independiente, de la que no se dispone.
Si esto es así se debe básicamente a que los registros oficiales externos no empezaron a normalizarse hasta llegado el siglo XX.
A pesar de no disponer de esa acreditación como “el hombre más longevo”, todos aceptan que su edad es auténtica. Que el señor Gotho está casi apunto de cumplir el siglo y medio de edad. Simplemente asombroso.
Muchos familiares dejados atrás
Una vida larga ofrece múltiples oportunidades. Nos permite aprender, corregir, enmendar e incluso reiniciar “muchas vidas”. Mbah Gotho ha llevado, según él, una buena existencia, pero ahora solo le quedan tristes recuerdos.
- Ha dado sepultura a 4 esposas. Ha dicho adiós a todos sus hijos y también a todos sus hermanos: 10 en total.
- Sabe muy bien que lo suyo no es natural. Que la ley de vida marca que los hijos entierren a sus padres y nunca a la inversa.
Despertar cada mañana es arroparse de infinitos recuerdos de personas que ya no existen. Ecos de un pasado que le recuerdan su longevidad y le obligan a preguntarse por qué.
Por qué razón él sigue ahí mientras los que le dieron tanto amor descansan ya desde hace tiempo.
El señor Mbah Gotho se resigna y se conforma con su vida humilde, rodeado de nietos y bisnietos.
El secreto de su longevidad
Los ingredientes de su larga vida, según nos explica su protagonista, son dos:
- El primero es haber sido atendido por personas que lo querían. El amor es el motor de la vida y un motivo por el cual luchar cada día con la esperanza de seguir compartiendo tiempo con los seres queridos.
- El segundo ingrediente tiene que ver con la propia cultura de la isla de Java. En estas tierras existe un bonito proverbio que conviene tener en cuenta: “quien tiene paciencia vive más”.
El señor Mbah Gotho nos indica que él siempre ha sido una persona infinitamente paciente. Siempre ha enfocado su existencia hacia la aceptación, a dejar que las cosas siguieran su ritmo, a observar con calma, a no enojarse.
Tanto es así que sus propios nietos indican con humor que su abuelo jamás se queja de nada. Acepta todo lo que le ofrecen de comer y cada atención recibida sin pedir nada.
Una mente lúcida que desea partir
El único deseo que el señor Gotho tenía lleva esperándolo más de 20 años: una lápida y un lugar donde descansar cuando la muerte quiera cerrar sus ojos para reunirlo con los suyos.
- No obstante, ese día aún no ha llegado y los vecinos y amigos del hombre más longevo del mundo quieren retenerlo un poco más a su lado.
- No importa que apenas vea, no importa que tampoco se valga por sí mismo. Mbah Gotho es una fuente de sabiduría que narra con mente lúcida hechos de un pasado que nadie recuerda.
Su pueblo lo aprecia porque es un héroe, porque luchó contra invasores, porque se batió contra los japoneses en la guerra y porque, durante toda su vida, ha trabajado con sus manos para mantener a su familia.
Sin embargo, y a pesar de la admiración de los suyos, todos entendemos su deseo. Porque la vida pesa, porque los años traen el cansancio, la vejez y, ante todo, ese adiós a los seres queridos.
El hombre más anciano del mundo solo desea cerrar los ojos, porque la suya ha sido una vida plena, y como todo buen guerrero, ansía su merecido descanso.
