La estimulación magnética podría reducir la depresión y la pérdida de memoria

La estimulación magnética intracraneal podría ser útil para modular y mejorar algunos procesos de pérdida de memoria, afirmó Perla Moreno-Castilla, becaria posdoctoral del Instituto Nacional sobre Envejecimiento de Estados Unidos (NIA, por sus siglas inglés).

Este método no invasivo podría ayudar a los que padecen depresión y no pueden ser atendidos farmacológicamente, así como a los que pierden la memoria por envejecimiento.

“Una sesión de estimulación magnética transcraneal consiste en colocar una bobina electromagnética sobre el cuero cabelludo (no hay que intervenir), cerca de la frente se enciende y lanza impulsos magnéticos que no causan dolor pero que estimulan las células nerviosas en la región del cerebro que controla el estado de ánimo y la depresión”, señaló  Moreno-Castillo.

La egresada del laboratorio de Federico Bermúdez Rattoni, experto en neurociencia cognitiva del IFC, dejó en claro que quizá no todas las personas con problemas de memoria por envejecimiento les serviría esta técnica, porque depende la plasticidad cerebral, una característica sorprendente que define a la capacidad adaptativa del sistema nervioso para minimizar los efectos de las lesiones a través de modificar su propia organización estructural y funcional.

El hallazgo más claro que tenemos es que no hay un deterioro de las funciones cognitivas y la memoria en todos los individuos, declaró la especialista en la clausura de la Semana del Cerebro del Instituto de Fisiología Celular (IFC) de la UNAM. “Lo que hay es un aumento en la variabilidad individual en las funciones cognitivas de cada quien. Existen personas que envejecen con funciones cognitivas y memoria semejante a la de los jóvenes, y otras que tienen alteraciones y disminuciones en las funciones cognitivas y memoria semejante a la de los jóvenes, y otras que tienen alteraciones y disminuciones en las funciones cognitivas”.

Perla Moreno-Castilla destacó que envejecer es un viaje personal, en el cual existen individuos con una capacidad de memoria conservada donde no hay neurodegeneración, mientras que en otros se registran pérdidas graves de retina, ya sea por el paso de la edad, demencia o Alzheimer. 

A pesar de que envejecer se relaciona con deterioro y menoscabo de las capacidades cognitivas, este es un concepto erróneo que debemos cambiar, subrayó.

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