Diez tipos de meditación

Cuando se habla de meditación, se tiende a imaginar a una persona sentada, con sus ojos cerrados que parece estar durmiendo. El sentido de la meditación es estar más despierto y percibir con mayor claridad y amplitud al mundo y a la vida en general. Verás que lo que proponen muchos maestros se asemeja más a un estado meditativo de presencia que a estar inmovilizado algunas horas al día. Cada persona es un universo y está claro que la misma fórmula no funciona de igual manera para todos pero la buena noticia es que hay diferentes caminos o herramientas para llegar a un estado de paz y comunión contigo mismo y el mundo. Aquí encontrarás una guía sobre diferentes tipos de meditación, cada una con sus propias particularidades, todas especialmente bellas y efectivas.

Meditación Budista o Meditación Completa De La Mente
Esta meditación busca mantener la mente totalmente enfocada en el momento presente. La tendencia mental de viajar al pasado o al futuro nos quita la posibilidad de vivir la infinitud del momento presente. La mente humana es una de las herramientas más poderosas que existen, pero la falta de conocimiento sobre cómo utilizarla nos vuelve prisioneros de los propios pensamientos. En la meditación budista se practica la observación de sí mismo y de las actividades de la mente para aprender a no identificarse con ese torbellino que le quita el gozo a la vida en el presente. Su técnica es sencilla: consiste en mantener la atención en la respiración, situándote en el aquí y ahora, disfrutando el eterno presente.

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Meditación Zazen
La meditación Zazen pertenece al budismo zen y significa, en japonés, «sentado en concentración». Se busca vivir la experiencia del vacío, alcanzar un estado de contemplación profunda de la realidad y desapegarse del mundo material. Hay cuatro posturas aceptadas: posición de Loto, medio Loto, birmana o Seiza. La columna vertebral debe estar derecha, la pelvis ligeramente hacia delante, los ojos abiertos, generalmente mirando una pared blanca, los hombros relajados y las manos sobre el regazo formando el mudra de la sabiduría: una sobre otra, los dedos juntos y los pulgares tocándose las puntas. La técnica consiste en hacer foco en la respiración e ir contabilizando cada una. Si surge alguna distracción, deberías volver a comenzar la cuenta. Se necesita una firme y total determinación para estar presente, dejando ir cualquier pensamiento.

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Meditación Trascendental
La meditación trascendental salió a la fama en las décadas de los 60s y 70s debido a que los Beatles comenzaron a practicarla con la guía del guru Maharishi Mahesh Yogi, su creador, proveniente de India. Su práctica consiste en sentarse con la columna derecha, respirar tranquilamente durante dos minutos para relajar el cuerpo y comenzar a repetir un mantra sagrado. Puedes acompañar esta meditación con una música suave. Se aconseja realizarla dos veces por día, una por la mañana y otra por la tarde. Durante la práctica, aparecen imágenes mentales (pueden ser recuerdos o proyecciones a futuro) sobre las cuales se medita, intentando observarlas objetivamente. Si bien esta práctica no pertenece a religión alguna, se dice que la repetición de mantras acerca a la persona a los dioses.

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Meditación Vipassana o Meditación Penetrante
Vipassana significa «ver las cosas como realmente son». Es una de las técnicas más antiguas de la India. Redescubierta por Buda en el 2500 a.C., busca erradicar las impurezas mentales y alcanzar un estado de gozo supremo, de liberación, una curación para el sufrimiento humano. En el mundo existen cursillos totalmente gratuitos para aprender la técnica. Su base es la auto-observación y la práctica posee varios estadios. El primer paso es abstenerse de robar, matar, mentir, intoxicarse y tener actividad sexual. Luego, se aprende a sostener la atención en las fosas nasales, en la realidad del cambiante flujo de la respiración. En tercer lugar se busca observar las sensaciones del cuerpo, comprender su naturaleza y aprender a no luchar con ella. Finalmente se practica el amor benevolente y la compasión hacia todos los seres.

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Meditación Kabbalah
Su estructura es una fórmula de 42 letras, compuesta de siete oraciones con seis palabras sagradas cada una. Cada oración se corresponde a los días de la semana, a los siete arcángeles y a un cuerpo celeste en particular. Meditando sobre los nombres de Dios se busca la conexión con la época de la Creación, con esa energía impoluta que dio origen y trasciende la mente humana. Esta oración se repite tres veces al día y en momentos de gran angustia o temor. Existen otras meditaciones de la misma tradición, todas tienen por finalidad alcanzar un estado de ser que permita estar presente, mantener la alegría y la buena salud.

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Meditación Mantra
Los mantras son sonidos sagrados que repetidos generan estado mental específico. Los sonidos de las palabras mantradas producen una frecuencia vibratoria que estimula el sistema endocrino y las glándulas pituitaria y pineal. Un mantra con el que puedes comenzar es «jamsa». Siéntate con la columna derecha y cierra los ojos. Lleva la atención a tu respiración durante unos minutos y comienza a pensar en el mantra, deja que llegue a tu mente, pronuncia «jam» al inhalar y «sa» al exhalar. Deja pasar las emociones y pensamientos que lleguen a ti. Si notas que tu mente se ha distraído, vuelve suavemente a repetir el mantra.

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Meditación Sufí
Existen diversas meditaciones en el sufismo, donde se busca trascender el ego y unirse con el amor de Dios. Consisten en concentrarse en el sentir amor, para ello llevan su atención al chakra del corazón y así lo activan. Pensar en un ser querido puede ayudar a encontrar el sentimiento. Se cree que este sentimiento predominará sobre las actividades automáticas de la mente, llevándola hacia un estado de vacío. A través de esta meditación se practica el silencio, la atención, la escucha y la paz interior.

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Meditación Dzoghen
En el budismo tibetano se la conoce como el «camino natural». Practicada por el Dalai Lama, esta meditación es de las más sencillas, no requiere una respiración específica, mantra o determinado nivel de concentración. Puede practicarse con los ojos abiertos o cerrados, en estado de reposo, con la columna vertebral derecha. Se cree que todo lo que tu necesitas se encuentra dentro de ti mismo. Sus premisas son «solo siéntate», «solo respira», «solo se».

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Meditación dinámica de Osho o Kundalini
Si deseas meditar en movimiento, esta meditación te encantará. Puedes realizarla al comenzar el día para activar tus energías y al final del día para liberar tensión acumulada. Necesitarás disponer de un sitio donde no te interrumpan durante una hora y puedas moverte fácilmente, puedes utilizar música. Consta de cinco etapas. La primera dura diez minutos y consiste en inhalar y exhalar por la nariz rápidamente, logrando que el aire llene completamente los pulmones. Vuélvete tu respiración, siente como tu energía comienza a crecer. Segunda etapa: durante diez minutos deja que tu cuerpo se exprese libremente. Grita, llora, salta, ríe, baila, expresa todo lo que surja. Tercera etapa: diez minutos en los cuales, con los brazos en alto, debes saltar y gritar intensamente, desde tu vientre, «;hu, hu, hu!». Agótate. Cuando toques el piso, deja que el sonido active tu chakra base. Cuarta etapa: quince minutos, inmovilízate por completo, enserio. Observa tu energía. Quinta etapa: quince minutos de celebración y baile.

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Meditación dinámica de Osho o Kundalini
Si deseas meditar en movimiento, esta meditación te encantará. Puedes realizarla al comenzar el día para activar tus energías y al final del día para liberar tensión acumulada. Necesitarás disponer de un sitio donde no te interrumpan durante una hora y puedas moverte fácilmente, puedes utilizar música. Consta de cinco etapas. La primera dura diez minutos y consiste en inhalar y exhalar por la nariz rápidamente, logrando que el aire llene completamente los pulmones. Vuélvete tu respiración, siente como tu energía comienza a crecer. Segunda etapa: durante diez minutos deja que tu cuerpo se exprese libremente. Grita, llora, salta, ríe, baila, expresa todo lo que surja. Tercera etapa: diez minutos en los cuales, con los brazos en alto, debes saltar y gritar intensamente, desde tu vientre, «;hu, hu, hu!». Agótate. Cuando toques el piso, deja que el sonido active tu chakra base. Cuarta etapa: quince minutos, inmovilízate por completo, enserio. Observa tu energía. Quinta etapa: quince minutos de celebración y baile.

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Reflexión
Para terminar, una reflexión del fiósofo chino Lao Tse: «No creas que porque meditas silenciosamente estás clarificando tu mente. La claridad de la mente no se alcanza con sólo huir del mundo. Cuando honres a tus padres, ames a tus hijos, ayudes a tus hermanos, seas leal con tus amigos, cuides a tu pareja con devoción, trabajes con alegría y asumas tus responsabilidades; cuando practiques la virtud sin exigirla primero a los demás; cuando, aunque comprendas las verdades supremas, mantengas una forma ordinaria de proceder, entonces habrá claridad en tu mente y sabrás que tu forma de meditar es la correcta».

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Fuente: ehowenespanol.com

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