Emprendimiento y Discapacidad: Ejemplos notables

Dos ejemplos nos muestran que aun cuando las circunstancias parecen adversas, mientras se tenga habilidad y perseverancia, el querer es poder.

Tener un negocio propio, sea de la índole que sea, siempre implica entrega, proactividad, y muchas ganas de perseverar y ser tolerante a la frustración. Además, las oportunidades que tenemos son clave para el éxito de un emprendimiento.

Claramente no todos tenemos las mismas oportunidades, de hecho, hay grupos de personas que de pronto tienen menos opciones en algunas áreas en comparación a la población general. Como imaginaran me refiero a las personas con capacidades diferentes.

Sin embargo, y como es costumbre, es de mi agrado mostrar historias que nos demuestran que hay excepciones, y que nos llaman a reflexionar sobre nosotros mismos, y sobre nuestras perspectivas con respecto a la Discapacidad.

Foto: Blogs
Hace relativamente poco tiempo se inauguró una cafetería y amasandería, creada y atendida casi por completo por personas con discapacidad visual. Esto se encuentra en la estación de metro San Miguel en la Línea 2 de dicho servicio de transporte público. La iniciativa surgió entre la Escuela Santa Lucía, Pro Empleo y Desafío Levantemos Chile. La atención a los clientes y la fabricación de los productos está a cargo de Marcelo Colima, Jessica Caro, Humberto Aguayo y Diego Larauna, además de una persona sin discapacidad visual, que está encargada de la caja.

Amasando emprendimiento

Y desde hace ya más tiempo, nació a través del financiamiento de los fondos concursables del, en ese entonces llamado Fondo Nacional de la Discapacidad (FONADIS), actual Servicio Nacional de la Discapacidad (SENADIS) la amasandería “Masitas Ruhue”, en la cual desde hace aproximadamente 8 años trabajan hombres y mujeres con discapacidad mental de causa psíquica, desempeñándose laboralmente en la producción y venta de productos tales como pan, empanadas, masas dulces, tortas y kuchen. Masitas Ruhue se encuentra en la calle Río de Janeiro 220 C, en el Barrio Patronato, Recoleta, Santiago.

Estos dos ejemplos nos muestran que aun cuando las circunstancias parecen adversas, mientras se tenga habilidad el querer es poder; poniéndole energía y planificando una estrategia para llevar a cabo un proyecto, cualquiera de nosotros puede emprender y salir adelante.

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