Empleo inusual de los juguetes anunciaría autismo

Los bebés que luego son diagnosticados con autismo emplearían de forma inusual los juguetes, girándolos y rotándolos más que otros chicos, informaron investigadores estadounidenses

Los hallazgos, publicados en la revista Autism, ayudarían a los médicos y a los padres a identificar a los niños en riesgo de desarrollar autismo y les permitiría comenzar a ayudarlos antes, agregó el equipo. En los bebés que luego desarrollaron autismo también era notorio que miraban fijamente los objetos o los observaban con el rabillo del ojo, reveló el equipo de Sally Ozonoff, de la University of California en Davis.

«Hay una necesidad urgente de desarrollar medidas que permitan detectar antes las señales de autismo, signos presentes antes de los 24 meses», dijo Ozonoff en un comunicado. La Academia Estadounidense de Pediatría recomienda que todos los bebés sean controlados por autismo antes de llegar a los dos años y la mayoría de los pediatras busca los síntomas sociales y comunicativos clásicos.

«El hallazgo de que el empleo inusual de los juguetes también está presente en la vida temprana implica que esa conducta podría sumarse fácilmente a la lista de control de los padres o evaluarse rápidamente en la oficina del pediatra», expresó Ozonoff. «Cuanto antes se trata a un niño con autismo, más impacto se puede tener en el futuro de ese chico», agregó.

Ozonoff y sus colegas estudiaron a 66 bebés de un año considerados en alto riesgo de desarrollar autismo, sobre todo porque tenían hermanos con la condición. Nueve de los participantes finalmente fueron diagnosticados como autistas. Siete de ellos pasaban mucho más tiempo girando, rotando y observando fijamente los objetos que el resto de los niños.

Nadie sabe cuál es la causa el autismo, que se caracteriza por inconvenientes en la interacción social y la comunicación y puede variar desde síntomas leves hasta profundos problemas de conducta y retraso mental.

El autismo y los desórdenes relacionados, como el síndrome de Asperger, afectan a alrededor de uno de cada 150 niños en Estados Unidos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por su sigla en inglés). La mayor parte de la evidencia sugiere que la condición, que suele diagnosticarse a los tres años, es producto de una combinación de factores genéticos y ambientales, producida quizá incluso antes del nacimiento.

«Sólo cerca de un tercio de los padres advierten los signos (de autismo) antes del primer cumpleaños de su hijo», declaró Ozonoff.

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