El reto de la inclusión laboral de las personas con discapacidad

Inclusión laboral

Se ha avanzado mucho en la estimulación y la educación de las personas con alguna discapacidad, al tiempo que culturalmente ha mejorado el trato para con ellas. Sin embargo, esta inclusión no tiene aún una correspondencia satisfactoria en el plano del empleo.

Eso piensan quienes integran la Asociación Síndrome de Down de Gualeguaychú.  Su director, el psicólogo Matías Badano, explicó a EL DÍA que ahí radica uno de los grandes retos de esta población.

“Todas las personas nos preparamos, de algún modo, para trabajar, como parte de un proyecto de vida. Es en este punto donde los jóvenes adultos con discapacidad quedan un poco en el aire. Porque es cierto que han logrado  espacios para la estimulación, para la educación, pero falta ese salto para integrarse efectivamente al mundo laboral”, refirió.

Así como ingresar el mercado de trabajo es algo que cambia la vida de cualquier persona, haciendo que se sienta útil y al mismo tiempo dándole autonomía económica, pasa lo mismo con las personas que nacieron con algún trastorno genético.

“No estamos hablando de un favor sino de un derecho”, se apresura a aclarar Badano, remarcando que la igualdad de oportunidades, que supone la integración laboral, es un derecho universal de las personas, no importa su condición de vida.

Así está establecido por la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, de las Naciones Unidas (ONU), cuyo contenido ha sido incorporado a la legislación argentina.

En el país por otro lado rige la Ley Nº22.431, por la cual se instituye un sistema de protección integral de las personas con discapacidad, donde se habla de “neutralizar las desventajas” que esa condición les provoca.

El artículo 8 de la norma, por ejemplo, establece que los organismos del Estado “están  obligados a ocupar personas discapacitadas que reúnan condiciones de idoneidad para el cargo, en una proporción no inferior al cuatro por ciento (4 %) de la totalidad de su personal”.

Por esta razón la Asociación Síndrome de Down local, que en el pasado llevó adelante una iniciativa de inclusión laboral, ahora ha decidido retomarla a través de un nuevo programa llamado “Empleo con Apoyo” (EcA).

“Institucionalmente trabajamos desde tres ejes –apuntó Badano-. Uno inicial que es la estimulación temprana dirigida a los pequeños desde el día del nacimiento. Otro es el desarrollo de la integración dirigida a chicos en edad escolar. Y después tenemos el segmento de la población de jóvenes adultos, que es adonde va dirigido este programa de formación e inclusión laboral”.

Según el entrevistado, actualmente se desarrollan en el país distintas experiencias de inserción laboral de personas con discapacidad intelectual, como el que lleva adelante Fundación DISCAR.

Por medio del Programa EcA, esa fundación ha logrado una inclusión laboral exitosa y sustentable en varias firmas importantes del país, siguiendo una serie de pasos (contacto con las empresas, relevamiento de puestos de trabajo, evaluación y selección de postulantes, capacitación a la empresa, seguimiento sistematizado durante toda la duración del empleo).

 

De qué se trata

Inspirada en este tipo de experiencia, la Asociación Síndrome de Down de Gualeguaychú elaboró un programa que pretende insertar laboralmente a los jóvenes y adultos que asisten a la institución.

El programa, según contó su director, tiene en cuenta un primer contacto con la familia del joven adulto, en cuyo ámbito se trata de averiguar la motivación y los intereses, un aspecto clave en todo proceso de reclutamiento para el mercado de trabajo.

“Todo lo que tiene que ver con la cuestión motivacional del joven adulto es importantísimo. Qué es lo que lo mueve, qué le interesa. Pero esto también involucra a la familia, como responsable y tutora. Nosotros tenemos que saber qué es lo que pretenden de sus hijos respecto a la cuestión de incluirlos en el mundo laboral”, refirió Badano.

Otro factor se vincula con la formación. “Aquí nos abocamos directamente a la formación en oficios, en habilidades, en competencias necesarias para el mundo laboral. Esto vendría a ser el jamón del sándwich. Ésta es una etapa también evaluadora. Vamos viendo cómo evoluciona esta formación. De esta manera vamos definiendo los perfiles laborales de las personas”, explicó.

Pero paralelamente, con vistas a la inclusión laboral propiamente dicha, se establecen contactos con los empleadores. “Ahí pasamos a evaluar el perfil del puesto y del empleador”, apunto el entrevistado.

“Es decir, nos interesa establecer cuál es el puesto de trabajo que nos ofrecen a nosotros para los jóvenes. Cuáles son las habilidades necesarias que se requieren para esa actividad. Pero a la vez está prevista la capacitación del empleador y de los que serían los compañeros de trabajo”, precisó Badano.

De esta manera, la Asociación Síndrome de Down de Gualeguaychú  cumple la función estratégica de mediar en todo el proceso de inserción laboral, que va desde la formación del joven adulto hasta su definitiva contratación. Por eso el programa de la institución se llama “Empleo con Apoyo”.

El empleo es siempre mediado por el apoyo de un profesional que acompaña en un primer tiempo no sólo al trabajador, sino también al entorno laboral. Pero además, según Badano, el programa incluye un seguimiento durante toda la duración de la contratación.

El profesional comentó que en este momento el programa de la institución está en una fase de evaluación del mercado laboral local. “Ya hemos hecho reuniones satisfactorias por ejemplo con la Corporación del Desarrollo y el Centro de Defensa Comercial”,destacó.

Y agregó: “Sabemos, por otro lado, que estamos en una época muy particular del país, en cuanto a la coyuntura económica y social. Por lo cual estamos tanteando el terreno”.

 

Vencer miedos y  prejuicios

Badano comentó que muchas experiencias revelan que la inclusión de personas con discapacidad mejora el clima laboral entre los empleados de las empresas. Aunque reconoció que para lograr las contrataciones hay que vencer los preconceptos de varios actores.

“Todos tenemos que modificar nuestra visión sobre la discapacidad. En el mundo laboral, por ejemplo, se tiende a ver la habilidad faltante en lugar de la que está presente. Nos cuesta pensar que en realidad todos tenemos distintas capacidades y por tanto distintos perfiles laborales”, afirmó.

El directivo reconoció que en estos casos las familias al mismo tiempo que tienen la lógica preocupación acerca de cómo harán sus hijos para valerse por sí mismos cuando ellas no estén, también temen exponerlos al mercado laboral.

“Cada una de ellas tiene sus estrategias y resoluciones para el futuro. Se trata de resolver una situación de incertidumbre. Aunque el mundo laboral tiene sus exigencias, me parece importantísimo que nuestros jóvenes, debidamente capacitados, puedan ingresar en él”, explicó el entrevistado.

Badano sostuvo que la cuestión de la inclusión laboral de las personas con discapacidad suele estar dominada por algunos interrogantes del tipo: ¿Qué es lo que pueden hacer y qué no?

En el caso de las personas con síndrome de Down, explicó que en términos generales se desempeñan bien como a auxiliares de cocina o de recepción, empleados administrativos o de archivo y cadetería.

“Hay personas que tienen más habilidades para las manualidades o para el manejo de materiales. Teníamos un chico, por ejemplo, que tenía una clara motivación por el mundo de las plantas y las flores”, ejemplificó.

Y agregó: “En nuestra ciudad uno de los chicos trabaja en el estudio jurídico de su hermana haciendo  tareas administrativas. Por otra parte, en esta cuestión de acercarlos al oficio, este año hemos tenido una experiencia linda en el taller de cocina de la escuela Rizzuto”.

Por último Badano comentó que los empleadores tienen que superar determinados temores, asociados a lo que puedan hacer estos jóvenes. “En las reuniones que hemos tenido con ellos, les decimos que estos se resuelve preguntando para sacarse todas las dudas. La clave para enfrentar los prejuicios es preguntar”, afirmó.

 

Beneficios impositivos

En Incluyeme.com, un portal de empleo inclusivo, se informa que en Argentina las empresas cuentan con distintos beneficios económicos e impositivos a la hora de contratar personal con algún tipo de discapacidad.

A nivel nacional, según consigna la publicación, existen estos incentivos fiscales:

-Deducción del 70% del impuesto a las ganancias o sobre los capitales.

-Ley N°22.431 (Sistema de protección a la persona con discapacidad modificada por ley N°23.021, artículo 23): Los empleadores que contraten trabajadores con discapacidad por tiempo indeterminado gozarán de la exención del 50% de las contribuciones patronales por el período de un año.

-Ley 24.031 artículo 87. Conf. Nota 408/04, Dirección de Asesoría Legal y Técnica, AFIP. Descuento del 50% en contribuciones patronales por la contratación de grupos laborales protegidos.

-Ley 24.147 artículo 34. Exención del 33% en contribuciones a la seguridad social, por el término de 12 meses, siendo efectiva cuando dicha incorporación de personal produzca un incremento neto en la planta de una empresa que emplee hasta 80 trabajadores. En caso de que se trate un beneficiario del programa Jefe o Jefa de Hogar, la exención será del 50%.

 

 

Original.

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