Tras una reunión con el consejero de Educación, el Principado se muestra partidario de adaptar el sistema educativo a las necesidades del colectivo
Su lucha empezó hace ya muchos años, cuando comprobó que su hijo tenía serias dificultades de aprendizaje. Después descubrió que era disléxico y empezó a estudiar sus necesidades de su hijo. «Hay métodos que se adaptan a su circunstancia y, sin embargo, en los centros no se conocían y nos decían que era un vago», recuerda. Poco a poco, sigue luchando para que los pequeños que tengan ese mismo problema no tengan que pasar por todo lo que pasó ella. Hace menos de un año que se formó ADISPA, la Asociación para la Dislexia y otros problemas de aprendizaje del Principado de Asturias y, desde entonces, la riosellana Sara Gómez es su presidenta. En la actualidad cuentan con 60 asociados y su trabajo comienza a dar resultados.
-¿Cuál es la principal problematica de las personas que sufren dislexia?
-Lo primero que hay que explicar es que se trata de una predisposición genética, que hace que el cerebro de estas personas se rija por impulsos ‘visuales’ y no ‘verbales’. No tiene nada que ver con un menor coeficiente intelectual. Estas personas, si no se educan siguiendo métodos adaptados para ellos tienen problemas de aprendizaje y acaban desarrollando la dislexia.
-Así que podría evitarse la aparición de la enfermedad con una buena prevención
-Está demostrado, y así se hace en centros privados de Madrid, Barcelona y Andalucía. Utilizando métodos multisensoriales estos niños pueden tener un desarrollo normal, se evita el fracaso escolar y pueden llevar una vida como la de cualquier otra persona.
-Sin embargo, estos métodos no están disponibles.
-Así es. Muchos centros y profesores no están preparados para atenderles, porque no tienen la formación, la información y los medios que necesitan. De hecho, algunos no saben en qué consiste la enfermedad, ni que aproximadamente un 15% de la población, según los estudios, tiene este problema, aunque la mayoría lo desconoce.
-¿Cómo se puede saber si alguien lo padece?
-Esta gente tiene problemas para asimilar los conceptos abstractos, así que cuando leen, por ejemplo, al ser aproximadamente el 50% del texto de estas características, se pierden la mitad del contenido. Preposiciones, conjunciones y desinencias no tienen sentido para ellos. Ellos deben tener otros impulsos, relacionar con imágenes los conceptos. Lo mejor es a traves del ordenador, utilizando métodos que no sean exclusivamente verbales, que es lo que se hace en todos los centros. Hay profesores que se molestan y, a título individual, utilizan fichas, diapositivas, ordenador El niño mejora en su aprendizaje, pero al año siguiente cambia el profesor y se pierde todo lo que se había avanzado.
-¿Es factible cambiar el método en los colegios e institutos?
-Tiene que serlo. El ciego necesita el braille para leer y los niños disléxicos un método visual. El método que se utiliza en la actualidad es como obligar a un ciego a leer. No tiene ningún sentido. Y eso es lo que hay que hacer ver a la sociedad y a las diferentes administraciones. Si no se da ese apoyo, no hay aprendizaje. Los niños tienen problemas de autoestima y pueden llegar a tener dolores de cabeza, vómitos Igual que hay apoyo para deficientes visuales o sordos, debe haberlo para ellos.
-¿Hay predisposición por parte del Principado para actuar en este sentido?
-En una reunión que mantuvimos el pasado miércoles, expusimos todo esto al consejero de Educación, José Luis Iglesias Riopedre, y la asesora de Orientación y Necesidades Educativas Especiales, Ángela Fernández. Nos atendieron muy bien y fueron muy receptivos.
-¿Habrá algún avance concreto?
-Por ahora nuestros expertos asesorarán al Principado sobre estos métodos multisensoriales. Han entendido que el sistema educativo debe adaptarse a estos alumnos y confiamos en que, en breve, comenzarán a aplicar estas didácticas que se adecúan a su forma de aprender. También informarán desde la página web del Principado sobre estos métodos y está previsto que Ramón Mandado, uno de nuestros asesores, dé a conocer a los docentes por medio de charlas en los centros la problemática y los métodos de trabajo que tienen a su disposición.
-¿Hay problemas de integración? ¿Se discrimina a estos niños?
-La gente no sabe de qué se trata y se les tacha de tontos, de vagos, de despistados. Sin embargo suelen ser creativos y válidos para la sociedad. Einstein, Walt Disney o Tom Cruise son ejemplos de disléxicos que, aunque tuvieron problemas de fracaso escolar, acabaron triunfando en sus disciplinas.
