Cine a la carta y, sobre todo, adaptado a las necesidades especiales: es lo que pretende la iniciativa ‘VeTEAlcine’, que ha proyectado su primer corto para niños con autismo.
Fueron los pequeños los que crearon los personajes de ‘Bulit’, el corto que se ha proyectado en algunas salas para que los menores con TEA puedan disfrutar de la gran pantalla.
Entre los protagonistas, Jai, la oveja Carmelia y Bulit, un torito con trastorno del espectro autista que enseña al mundo sus capacidades especiales.
También fueron los niños y niñas con autismo quienes pusieron voz a los personajes del corto, para mostrar su mundo aún con más precisión.
Según indica la portavoz de la asociación navarra de autismo y productora de Built, Amaya Áriz, los menores con TEA «son hipersensibles»: «Las emociones las sienten el triple: un color, un sabor, todo lo sienten más».
Por este motivo, ir al cine puede resultar una experiencia horrible para ellos, y por eso surgieron las sesiones adaptadas ‘venTEAlcine’. Sesiones donde la sala no se queda completamente a oscuras, sino que se atenúan las luces, y donde el sonido es más bajo al de una proyección convencional.
Además, las puertas de la sala siempre están abiertas en estos pases, que pretenden ser lo más inclusivos posible. «El público TEA nunca supera el 30%. Esto quiere decir que la mayoría del público viene porque les gusta el cine y no les molestan las adaptaciones», ha explicado Irene Morán, presidenta de ‘VenTEAlcine’.
A través de la animación, los adultos aprenden a ponerse en su piel. Por eso, el objetivo es claro: acabar con los prejuicios, y disfrutar de un cine para todos.