Cuidado con los síntomas de autismo

Niño con juego didáctico.

El autismo es un trastorno neurológico que afecta directamente las relaciones afectivas de los niños que la padecen. Sin embargo, debido al poco conocimiento que se tiene del tema, muchos padres no buscan la atención adecuada para sus pequeños.

Tal es el caso que en algunas ocasiones la condición es confundida con algún retraso mental y no se trata como debería.Según una de las especialistas de la Asociación Hondureña de Apoyo al Autista (Apo-Autis), Gabriela Carranza, hay niños con autismo que han sido tratados como si padeciesen de sordera.

“Uno de los primeros aspectos que son alarmantes es que el niño no muestre o demande atención, los niños que padecen de autismo son apáticos y no les gusta el contacto con otras personas”, dijo la psicóloga.

Una de las características principales de los pequeños que viven el drama de la condición es que no toleran el contacto con las demás personas y en algún momento se pueden mostrar agresivos.

¿Mi hijo tiene autismo?

Para padres primerizos es complicado reconocer los signos de alarma que muestra el padecimiento, según explica la experta.Menciona que uno de los principales aspectos a los cuales se les debe prestar atención es al contacto visual que debe mantener el bebé por lo menos a partir de los 18 meses.

“A estos niños no les gusta el contacto visual, no les gusta el contacto físico, esa es una de las principales señales de alerta”, dijo Carranza.Dijo que cuando un pequeño no puede comunicarse ni aún utilizando algún tipo de señas es cuando se debe prestar una estricta atención.“Desde los tres o cuatro meses uno nota que si a un bebé se le aplaude, le canta o se le toca, él mira directamente al rostro, los bebés que tienen autismo no lo hacen”.

Mencionó además que cuando los niños autistas van creciendo tienen problemas serios para desarrollar el lenguaje, de ahí que el padecimiento se confunda con sordera.

La psicóloga menciona que dependiendo de la gravedad de la condición sí hay niños que con tratamiento logran aprender a hablar.

La diferencia entre el autismo y la discapacidad cognitiva (retraso mental) es simplemente que los niños que padecen de la segunda sí gustan de la compañía de las personas y sí quieren integrarse.

“A un niño que tiene discapacidad cognitiva, lo que lo diferencia es el hecho de que sí busca integrarse a la sociedad, mientras que el autismo produce la tendencia al aislamiento”, dijo la entrevistada.

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