De acuerdo con el doctor Noel Isaías Plascencia Álvarez, Médico Neurólogo, Profesor Adjunto del Curso de Posgrado en Neurología en el Centro Médico “20 de noviembre”, ISSSTE, la parálisis faciales es una debilidad de los músculos de la cara, que puede presentarse, en ambos lados de ésta, sólo la mitad o únicamente de la nariz hacia abajo.
Existen varias causas que la desencadenan, por ejemplo, inflamación de los nervios faciales, por infecciones virales como el Herpes; otra podría ser el síndrome de Guillen Barré, entre muchas otras.
Cuando ocurre un accidente cerebrovascular, la parálisis se presenta de manera abrupta. Si alguno de los hemisferios cerebrales se daña, manda información de movilidad solo a los músculos de la parte superior de la cara y entonces la parte inferior manifiesta parálisis. A menos que se dañe el núcleo del nervio facial, la parálisis se extiende tanto en la parte superior como inferior de un lado de la cara. Si los núcleos de ambos nervios faciales se dañan, entonces se manifiesta una parálisis completa.
El estrés sólo es un factor que puede disparar el fenómeno en las personas con riesgo a padecerla, sin embargo, no es una causa directa.
No se ha demostrado que los cambios de temperatura, como el hecho de salir de un congelador y pasar a un lugar con calor, sean causa de parálisis facial.
Se puede presentar un poco de dolor en el oído porque el nervio tiene una rama sensitiva que va del oído, al igual, puede provocar alteración en la percepción de los sabores.
El tratamiento se basa en la rehabilitación cuando no es desencadenada por otro problema de salud, como tumores, enfermedad autoinmune o diabetes; los pacientes que padecen esta última enfermedad tienen riesgo especial para presentar lesión de los nervios, incluyendo el facial. Si fuera por alguna de estas causas, se deben tratar o de lo contrario no mejorarán los síntomas.
La terapia de rehabilitación consiste en estimular la movilidad de los músculos y la apariencia con ayuda de diversas técnicas, por ejemplo, masaje, aplicación local de calor y estimulación eléctrica, entre otras.
El tiempo de recuperación varía desde algunas semanas a meses, dependerá de la severidad de la lesión del nervio afectado. En algunos casos sí es posible recuperar la movilidad y la apariencia, en otros no.
La efectividad del diagnóstico y de la rehabilitación o tratamiento también dependerán de la rapidez con que se acuda al médico en caso de presentarla. En la mayoría de los casos se tiene una buena solución.