¿Cuáles son la diferencias entre la esclerosis múltiple y la ELA?

Para comprender cuáles son las diferencias entre estas dos patologías que nos pueden sonar lo mismo, pero que no lo son, hablamos con el Dr. Pablo Eguía, Jefe de Neurología Hospital Dr. José Molina Orosa (Lanzarote), Presidente de la Sociedad Canaria de Neurología i Vocal de Comunicación de la Sociedad Española de Neurología. Este especialista nos aclarará cuáles son los principales signos de cada una de ellas, su tratamiento y su pronóstico.

Cuáles son las principales diferencias entre la ELA y la EM?

La  Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) es una enfermedad neuromuscular degenerativa, rápidamente progresiva, en la que se afectan unas células muy concretas: las neuronas motoras, que son las encargadas de nuestros músculos. Como consecuencia de la progresiva desaparición de estas neuronas, las personas afectadas presentan debilidad muscular, pérdida de fuerza progresiva, torpeza, disminución de la masa muscular o calambres y evoluciona hasta la parálisis completa del paciente.

La Esclerosis Múltiple (EM) es muy diferente. Es una enfermedad autoinmune que afecta al cerebro y la médula espinal. Por causas que aún no están claras, el sistema inmune del paciente ataca al sistema nervioso central, produciendo lesiones inflamatorias en la mielina que la envoltura que protege las fibras nerviosas.

¿Cuáles son las diferencias entre sexos?

La Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) es una enfermedad que afecta más frecuentemente a los varones y se puede iniciar a cualquier edad, aunque la edad media de inicio se encuentra entre los 60-69 años. Por otro lado, la Esclerosis Múltiple (EM) afecta con más frecuencia a las mujeres, y aunque también se puede observar a cualquier edad, su inicio es más frecuente entre los 20 y 40 años de edad.

Respecto al tratamiento, ¿cuál es el abordaje de cada una?

La ELA es una enfermedad devastadora para la cual actualmente no tenemos cura, pero si se realiza un diagnóstico temprano, con un abordaje multidisciplinar y una correcta planificación de cuidados, se puede lograr mejorar la calidad de vida del paciente el mayor tiempo posible.

En la Esclerosis Múltiple, en los últimos años, han aparecido nuevos fármacos que son capaces de reducir considerablemente el número y la severidad de las recaídas, y que retrasan la evolución a largo plazo de la enfermedad de una forma muy efectiva.

¿Y en el pronóstico?

La ELA es una enfermedad con mal pronóstico, ya que el 95% de los afectados fallecen tras 10 años de evolución de la misma. Además, es una enfermedad en la que los pacientes, en un corto plazo de tiempo, pasan de una situación de cierta normalidad a una de dependencia completa. En cambio en la Esclerosis Múltiple, los nuevos tratamientos han supuesto un gran avance y han disminuido la progresión y la discapacidad a largo plazo de los pacientes.

Hacia dónde se dirige la investigación en ambas patologías

Sin duda la investigación se dirige principalmente a dos frentes: por un lado conocer la causa que origina las enfermedades y, por otro lado, a obtener tratamientos capaces de curar ambas entidades.

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