¿Cómo vivir con Parkinson?

Parkinson

El mal de Parkinson es una enfermedad que se presenta antes de los 40 años, y no respeta raza, sexo ni condición social. Se trata del segundo trastorno neurodegenerativo más común en el mundo, después del Alzheimer.

Los especialistas aseguran que si se detecta a tiempo, se puede llevar un tratamiento que disminuya los síntomas y evite la progresión de la enfermedad.

En entrevista para Salud180.com, María Edith Zamora, paciente y miembro de la Asociación Mexicana de Parkinson, comparte su experiencia desde que fue diagnosticada con la enfermedad:

María Edith Zamora asegura que desde que fue diagnosticada cambió su percepción ante la vida, por lo que se olvidó del estrés, adquirió una actitud positiva y decidió ayudar a las personas que, como ella, padecen Parkinson.

Señala que se dio cuenta de que aún con ese padecimiento degenerativo, podía ser útil en cuestiones administrativas o apoyo moral.

Síntomas

La doctora Minerva López Ruizneuróloga del Hospital General de México, señala que algunos de los síntomas son:

Temblores. Comienzan en una extremidad en la mano o los dedos. En algunos casos, la mano puede temblar cuando está en reposo.

Movimiento lento (bradicinesia). Con el tiempo, la enfermedad de Parkinson retarda el movimiento, haciendo que las tareas simples sean difíciles y lleven más tiempo., como por ejemplo: pasos más cortos al caminar,  arrastrar los pies y dificultad al levantarse de una silla.

Rigidez muscular. Puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo. La rigidez en músculos es dolorosa y limita la capacidad de movimiento.

Alteración de la postura y el equilibrio. La postura puede volverse encorvada o se puede perder el equilibrio al moverse.

Pérdida de los movimientos automáticos.  Parpadear, sonreír o balancear los brazos cuando caminas pueden verse afectados.

Cambios en el habla. Los pacientes pueden hablar lentamente, rápidamente, que duden o manifiesten agresividad al hacerlo.

Cambios en la escritura. La letra puede parecer más pequeña y existir problemas al escribir.

Factores de riesgo

Información de Mayo Clinic advierte que pueden ser varios:

La edad. Los adultos jóvenes rara vez padecen la enfermedad de Parkinson. Originalmente comienza en etapas medias o avanzadas de la vida, y los riesgos aumentan con la edad. Las personas normalmente manifiestan la enfermedad alrededor de los 60 años de edad en adelante.

Predisposición genética. Tener un pariente cercano que sufra la enfermedad de Parkinson aumenta las probabilidades de que desarrolles la enfermedad. Sin embargo, los riesgos son aún pequeños a menos que tengas muchos parientes en tu familia con enfermedad de Parkinson.

Sexo. Los hombres son más propensos a desarrollar la enfermedad de Parkinson que las mujeres.

Exposición a toxinas. La exposición constante a herbicidas y pesticidas puede aumentar ligeramente el riesgo de enfermedad de Parkinson.

Complicaciones

Esta enfermedad neurológica va acompañada de diversos problemas que afectan la salud y de los que hay que estar atentos para que puedan tratarse:

Dificultad para pensar.  El paciente sufre problemas cognitivos (demencia) y dificultad para pensar. Esto suele suceder en las etapas más avanzadas de la enfermedad de Parkinson.

Depresión y cambios emocionales. Es común en las primeras etapas de la enfermedad, por lo que se requiere de un apoyo terapéutico para el abordaje integral del Parkinson.

La salud emocional se ve afectada en gran medida porque también se presenta ansiedad, miedo y pérdida de la motivación.

Problemas para masticar y comer. La enfermedad de Parkinson en etapas avanzadas afecta los músculos de la boca, por lo cual se dificulta la masticación.

Trastornos del sueño.  Quienes padecen este trastorno suelen despertar frecuentemente durante la noche, levantarse temprano o quedarse dormidos durante el día.

Problemas con la vejiga y estreñimiento. La enfermedad de Parkinson puede ocasionar problemas en la vejiga que incluyen la incapacidad de contener la orina o tener problemas para orinar. Otro problema es el estreñimiento ya que el sistema digestivo se vuelve más lento.

Cansancio y dolor. Muchas personas con enfermedad de Parkinson pierden la energía y sienten fatiga, en especial al final del día. Se suele desconocer la causa.

Dolor. Puede ser en áreas específicas o en todo el cuerpo, debido a la rigidez de los músculos.

La importancia de la familia

En la etapa inicial de la enfermedad de Parkinson los pacientes necesitan apoyo emocional y comprensión de la familia. Los expertos recomiendan que sean los familiares quienes se encarguen de este cuidado ya que son los que mejor conocen al paciente y quienes tienen mayor interés en su recuperación.

En ese sentido, es normal que los familiares tengan sentimientos encontrados y manifiesten tristeza, enojo, miedo e impotencia por no poder ayudarles como quisieran, tener fuerza y seguir con los cuidados especiales que se requieren.

Conforme avanza la enfermedad, el cuidado será más exhaustivo por lo que se requiere apoyo de más familiares o de un cuidador de salud.

Tratamiento

No existe una cura para la enfermedad de Parkinson. Existen diversos medicamentos que ayudan en gran medida a controlar los síntomas.

En casos severos, una cirugía y estimulación cerebral profunda (electrodos implantados en el cerebro que envían pulsos para estimular las partes del cerebro que controlan el movimiento) pueden ayudar.

La Dra. Minerva López aseguró que el tratamiento temprano con fármacos dopaminérgicos, como pramipexol de liberación prolongada, ha demostrado reducir la aparición de las complicaciones, incluso durante los primeros 10 años de evolución de la enfermedad.

 

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