¿Cómo podemos saber si nuestro hijo tiene obesidad?

¿Cómo podemos saber si nuestro hijo tiene obesidad?

La obesidad infantil se ha consagrado como un grave problema que afecta a uno de cada diez niños en España. Los niños con sobrepeso o obesidad tienen mayor probabilidad de continuar siendo obesos en la edad adulta, así como de padecer prematuramente diabetes o enfermedades cardiovasculares.

En este sentido es primordial estar atentos a la salud de nuestros hijos y mirar que el Índice de Masa Corporal (IMC) no sobrepase los límites. El IMC ayuda a indicar si tu hijo tiene sobrepeso para su edad y altura. Esto es el cociente que resulta de dividir el peso entre la estatura. Así, una persona es obesa si su IMC es superior a 30, y tiene sobrepeso si está comprendido entre 25 y 29,9.

Los puntos de corte en estas tablas de crecimiento, establecidos por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, ayudan a identificar a los niños con sobrepeso y obesos. Por esta razón, se divide entre:

  • Peso inferior al normal: Menos 18,5
  • Peso normal: 18,5 – 24,9
  • Sobrepeso: 25,0 -29,9
  • Obesidad: Más de 30

Además del IMC, debemos de tener muy presentes diferentes factores que pueden terminar desarrollando obesidad infantil:

  • Antecedentes familiares de obesidad, o problemas de salud como la diabetes.
  • Nivel de actividad de tu hijo
  • Hábitos alimenticios.
  • Otro tipo de enfermedades de salud que puedan producir sobrepeso.
  • Nivel psicológico, incluidos incidentes de depresión, trastornos del sueño y tristeza.

En caso de que detectemos que nuestro hijo pueda tener obesidad, debemos solicitar un análisis de sangre en los que se estudien los siguientes parámetros:

  • Colesterol.
  • Azúcar en sangre.
  • Otros análisis de sangre para verificar desequilibrios hormonales.

Consejos para frenar la obesidad infantil

La obesidad infantil es algo que si se puede controlar e incluso evitar. Por ello, en este artículo ofrecemos diferentes consejos para frenar y combatir este problema que ha ido acrecentándose en los últimos años.

  • Desayuno sano y equilibrado.
  • Controlar el azúcar.
  • Enseñar a los niños la cultura nutricional.
  • Hacer ejercicio a diario y beber mucha agua.

Consecuencias 

El riesgo de la obesidad depende en parte de su inicio y de la duración. Esta patología en la infancia y la adolescencia puede tener efectos irrevocables tanto a corto como a largo plazo.

Obesidad infantil
Obesidad infantil

Las consecuencias más importantes de padecer sobrepeso u obesidad durante la infancia, que terminan manifestándose en edad adulta, son las siguientes:

  • Diabetes
  • Trastornos del aparato locomotor, en particular la artrosis.
  • Ciertos tipos de cáncer (endometrio, mama y colon).
  • Enfermedades cardiovasculares, sobre todo cardiopatías y accidentes vasculares cerebrales.
  • Presión alta y colesterol alto.
  • Tolerancia alterada a la glucosa, así como resistencia a la insulina y a la diabetes tipo 2.
  • Problemas de respiración, como apnea del sueño y asma.
  • Problemas en el hígado, cálculos biliares y reflujo gastroesofágico.
  • Mayor riesgo de problemas sociales y psicológicos.

También existen problemas que se reflejan en la salud de los huesos. Por lo que una carga excesiva de peso, podría dar lugar a una artritis precoz y a un mayor riesgo de huesos fracturados; así como otras circunstancias como el deslizamiento de la epífisis capital femoral y la enfermedad de Blount.

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